OVNIS Y PERCEPCIÓN DEFICIENTE

Por: Jose Manuel García Bautista

“Si a la cantidad y/o la calidad del estímulo es insuficiente, la percepción puede resultar fácilmente errónea. La retención de detalles es un elemento que en cierta forma demostraría que la percepción ha sido suficientemente nítida, pero ha de tomarse siempre con reservas.La investigación ufológica ha de prestar mucha atención a cada caso para evitar que una información deficiente de un fenómeno explicable de lugar a un fenómeno no identificado, especialmente si hay o existen indicios de sugestión. Aquí vuelve a jugar un papel importantísimo la investigación de campo, pues de su rigurosidad depende su éxito. Si la información sobre un objeto percibido no es suficiente, el investigador no ha de dudar en desestimar el caso”.

Ëste tipo de error perceptivo lo solemos encontrar con una gran facilidad durante nuestra investigación de campo en diferentes casos.Normalmente se nos informan de testigos que han visto extrañas formas y hasta allí nos dirigimos enfrascados en una nueva investigación. Cuando sometemos al testigo a una rueda de entrevistas sobre el mismo hecho son muchas las ocasiones en las que nuestro testigo de avistamiento se contradice o simplemente matiza que no está seguro o que no vio el objeto el suficiente tiempo como para describirlo o definirlo, así, de esta forma, el investigador en pro de la investigación y del propio rigor que conlleva la investigación desestima el caso y la credibilidad del testigo ante las muestras de escasa seguridad que este muestra.

El fogonazo de un cohete o la momentánea iluminación de una zona produce un estímulo visual que muchos pueden confundir con un OVNI pero que tras una investigación se demuestra su real naturales sobre el acontecimiento en cuestión. La escasa observación de un fenómeno o la poca posibilidad que presenta una observación hace que ésta sea insuficiente y que muestre muchas dudas sobre la credibilidad de la misma. Los fenómenos aéreos visualizados durante un corto espacio de tiempo en la mayoría de los casos presenta una explicación totalmente racional y natural que explica su origen, siendo contraria a aquellos fenómenos aéreos que son más perdurables con unas analogías de observación.