MÁS ALLÁ DEL CASO ‘AVERROES’

Por Jose Manuel García Bautista

En muchas ocasiones nos llegan casos presuntamente paranormales donde menos podemos imaginar o, en ocasiones, junto a nuestra propio hogar. Es el caso ‘Averroes’, como lo quise llamar sin entrar en mayores descripciones de su ubicación por petición expresa de las personas afectadas. Acudieron a mi testigos de un problema “de fantasmas”, decían, que habían podido ver los más pequeños de las casas y que los mayores podían sentir como pisadas y ruidos en pisos superiores, sin encontrar más explicaciones que la paranormal, que siempre debe ser la última en ser sopesada.

Fue a finales del mes de noviembre, de 2015, y comienzos de diciembre -como se puede comprobar-, cuando de la forma más discreta visité un inmueble afectado. Siempre evitando realizar fotografías de zonas de la comunidad o que pudieran indicar de que piso se trataba. En la investigación pude comprobar como se escuchaban pisadas en la parte superior, incluso el testigo me enseñaba un grupo de Whatsapp creado ex-profeso para alertar de todo lo que sucedía allí.

El edificio se encuentra entre las barriadas sevillanas de Parque Alcosa y Sevilla-Este, en las inmediaciones del aeropuerto de Sevilla, vecinos y niños han afirmado ver a un ser extraño que se les presenta y por los ruidos y riqueza de testimonios parece descartarse la invención de los mismos o la sugestión colectiva.

Como posible explicación, ya lo escribía en Cádiz Directo,se daba que todo se decía a una sesión de ouija la noche de Halloween, una invocación a un familiar fallecido o una sesión espiritista mal cerrada, incluso de un aparatoso accidente con víctima en un edificio de las inmediaciones (que no tiene nada que ver).

En mi investigación pude realizar pruebas psicofónicas y mediciones científicas de temperatura, EMF (campos electromagnéticos, ultrasonidos) buscando una explicación científica ante el miedo del vecino afectado en cuestión.

Otros vecinos del edificio -identificados pero que se omitirá el nombre- decían: “Me encontraba viendo la televisión en el salón y fui a beber agua, al mirar al pasillo vi a un hombre que vestía de forma normal, se sorprendió al verme y desapareció como queriendo atravesar la pared -cosa que no pudo- y dando extraños saltos se fue hacia una habitación…Fui tras él, pensando que podía ser alguien que habían entrado en la casa, pero al entrar no había nadie”.

El caso parece que ha entrado en un periodo de normalidad… Una reconocida médium visitó el lugar y realizó una ‘limpieza’, no seré yo quien ponga ‘peros’ a esta forma de trabajo -que tiene todos mis respetos- pero si a las explicaciones… En el lugar, como dijo, como afirmó, no ha habido ni un cementerio, ni muertes, ni un viejo cortijo en ese mismo enclave. Se puede contrastar en los archivos. No se puede poner como excusa la explicación más recurrente (muertes, cementerios y demás). Se agradece la ayuda pero no la explicación sabiendo que los fenómenos paranormales no tienen ni reloj ni un localizador, son espontáneos y surgen sin que sepamos la razón en muchas ocasiones. El mal asesoramiento no documentado y apoyado el falsos rumores también juega en contra de esta explicación que se ha querido creer pero que no es real.

También hay que poner un poco la voz de alarma: no todo vale. Me refiero a que sacar el tema en televisión mostrando partes comunes que son de la Comunidad y sin permiso expreso ha creado malestar en los propietarios que ya plantean acciones pertinentes.

En muchas ocasiones se tildan de ‘falsos’ casos de los que el investigador no abunda en datos y detalles y no se piensa que no se pueden dar más allá de los comprometidos por permisos y confidencialidad con los testigos y protagonistas y que traspasar esa línea es violar la palabra dada y la ética que compromete la integridad del investigador.

Interesante caso que sigue, hoy día, investigándose y tratando de dar respuestas a lo imposible.