SÍMBOLOS COMPOSTELANOS

Por: Jose Manuel García Bautista

En Santiago de Compostela podemos encontrar diferentes signos y símbolos cuyo significado hemos de conocer. Se encuentran en puerta, dinteles, arcos, monasterio, la Universidad, la catedral y va más allá de un simple motivo decorativo:

Escudo con cinco estrellas: era el escudo de la familia Fonseca, fundadores de la Universidad; las estrellas pueden ser de seis a ocho puntas.

La Cruz de Malta y las barras: donde encontramos estos escudos son referencia de su otrora propiedad por parte del convento de Santa María la Real de Conxo.

La Cruz Potenzada integrada en un círculo: indican que la casa que tiene este escudo es propiedad del Hospital Real, hoy Hostal de los Reyes Católicos.

La Cruz de Calatrava: indican que es propiedad del convento de San Domingo de Bonaval, fundado por Santo Domingo hacía el año 1219.

Igualmente podemos encontrar otras formas representativas como:

Una paloma: es una alusión a la Santísima Trinidad; además puede ir acompañada por las letras S PV S, correspondencia con un lugar especial de la catedral de Santiago: la capilla del Santo Espíritu. Todas las casas que tenía una paloma grabada eran de su propiedad.

Un pino: si encontramos un pino grabado en un inmueble nos indicará que pertenecían a San Martiño Pinario; si va acompañado de las letras S y M significa San Martiño.

Una concha: allá donde encontremos la típica concha compostelana lo indicará que el inmueble fue propiedad de la iglesia compostelana, puede ir acompañada de las letras S y T que significa, o hace alusión a Santiago.

Los restos del Apóstol

En el Códice Calixtino, que encontramos en la Catedral de Santiago de Compostela, podemos hallar un documento en el cual se dice: “Se considera que este cuerpo es inamovible, según el testimonio de San Teodomiro (sic), obispo de la misma ciudad, que en otro tiempo lo descubrió y en modo alguno pudo moverlo…”

Y es que hay imágenes, o representaciones de la Virgen, que cuando han sido trasladadas a otro lugar tras su hallazgo esta ha vuelto al emplazamiento original como movidas por unas manos invisibles, de forma milagrosa. Siendo el cuerpo presunto del Apóstol uno de estos a los compostelanos no le quedó más remedio que erigir allí mismo el santuario en honor al mismo.

Así, a lo largo del tiempo, sobre aquel mismo lugar se han construido diferentes templos teniendo siempre como referencia el inamovible cuerpo, a medida que crecía también lo hacía la ciudad dando como resultado un importante centro de peregrinación, un largo caminar –desde todos los puntos de España- que tiene como eje la Fe.

En la construcción del templo catedralicio sus arquitectos siguieron un sentido común en este tipo de edificios: la geobiología. Lugares de poder, también llamados, o aquellos que concentran el poder telúrico y su incidencia sobre el ser humano.

Los restos del Apóstol están guardados en una urna de plata la cual se ve adornada por dieciocho figuras.

Orígenes de la catedral de Santiago de Compostela

Los orígenes de la catedral de Santiago de Compostela son curiosos y evocadores de otros tiempos donde la construcción de este tipo de edificios iba más allá de la fe…

En época medieval comienza a elevarse, en su actual ubicación, lo primero que se tiene en cuenta es su orientación, una orientación exacta norte-sur. El lugar era el primitivo templo u oratorio que mandó construir el rey tras indicarle el lugar con los tres cuerpos hallados –entre ellos el presunto cuerpo del Apóstol Santiago- el obispo Teodomiro. Aquel oratorio era pequeño, practicado en barro cocido y mampostería. Las continuas peregrinaciones hicieron que allí se edificara algo más importante pues la afluencia de fieles era masiva y de gran importancia. Ya en las cercanías había otros tempos como el oratorio de Santa María de Corticela, el templo de El Salvador y el baptisterio de San Juan; todos ellos se fueron añadiendo al oratorio sobre el año 899, teniendo como rey a Alfonso III.

La catedral tiene diferentes zonas de interés que conviene conocer como la Cripta que fue obra del maestro Mateo y construida en el año 1168. Está repleta de simbolismos: capiteles con decoración vegetal, bóvedas con dos ángeles que representan la Luna y el Sol en clara alusión la bóveda celeste, al cielo, la Gloria, la noche y el día con su dualidad, el lado femenino y lo masculino, lo positivo y lo negativo.