PSICOFONÍAS PARA EL RECUERDO

Por: Jose Manuel García Bautista

Los fenómenos cercanos o paralelos a la muerte siempre han inquietado al espíritu humano, desde las bien explicadas por el Dr.Moody E.C.Ms o Experiencia Cercanas a la Muerte, fenómenos de apariciones hasta la aplicación de la tecnología para tratar de establecer contacto con ese esquivo mundo al que llamamos MÁS ALLÁ… Ya ha pasado mucho tiempo desde que en un lejano verano del año 1959 Friedrich Jürgenson, casi por casualidad , grabó en su magnetofón algo que heló sus recuerdos : “Friedel, mi pequeño Friedel,¿puedes escucharme?” La voz de una madre ,de una madre fallecida, siempre se llevará en el corazón y en el recuerdo… Fue el inicio de la época gloriosa de la transcomunicación aunque popularizando este fenómeno con el de Psicofonías, es decir , la grabación en soporte magnético de supuestas voces se seres ya fallecidos, quedando “guardadas” en cassettes como prueba imperecedera del triunfo sobre la muerte…ese temido final. Fueron muchos los que experimentaron este fenómeno contando en España con un gran especialista como lo es el investigador Sinesio Darnell.

¿Cómo es posible tal “milagro”? El método es sencillo, sólo necesitamos una grabadora, un micrófono (que no es imprescindible) ,un cinta como soporte y el lugar adecuado ,con todo esto y con paciencia las psicofonías harán su aparición.

Nuestra historia comienza un 6 de Abril del 2001, Viernes de Dolores y con un pleno ambiente de Semana Santa en la provincia de Sevilla. Para descongestionarnos un poco de la ciudad decidimos ir a visitar la localidad sevillana de Constantina, a unos 90 Km. de Sevilla y en plena Sierra Norte sevillana, tras un siempre tortuosa (para mi y pese a ser muy mejorada) carretera ,llegamos a este bello pueblo ,saludar a la familia y disfrutar del día. Subimos a un viejo “castillo” existente en el lugar y que era lugar de mis juegos hace años en aquellas inolvidables jornadas infantiles en el pueblo de mi madre. Como investigador revoltoso e inquieto siempre me hago acompañar de mi equipo de investigación (grabadora,cámara y demás) y aquella era una ocasión perfecta para realizar algunas grabaciones en un lugar tan tétrico. Allí en un rincón de una cueva dejé la grabadora en funcionamiento mientras dábamos una vuelta por el lugar.

Todo transcurría normalmente hasta llegar a casa y comprobar el contenido de la cinta audiofónica,al principio no contenía nada anormal pero en un determinado pasaje de la misma,en un cinta de 30 min. se escucha un quejido un lamento y con voz lejana y audible a duras penas se dejan oir en dos ocasiones la frase :”No olvidarnos…” y de nuevo “no olvidarnos…” La impresión fue mayúscula ya que tras muchas fallidas sesiones de este tipo no había logrado personalmente obtener ninguna psicofonía, es más, era algo crítico con este sector de la investigación, con este tema en cuestión que no es lo mismo que con respecto al trabajo de compañeros dedicados a estas lides que me consta de su encomiable labor. ¿Qué era aquella voz que se oía? Era incuestionable que en la cueva no había entrado nadie,no le quite el ojo a fin de asegurar la fiabilidad de la grabación,a todo ello sumado que aquella tarde poca gente había por el lugar (nadie) .Una vez determinada su fiabilidad había que determinar lo que se decía,en esto tuvo que ver mucho la informática y su ayuda,fue esta la que determinó con certeza la frase:”No olvidarnos” por dos veces consecutivas… La psicofonía era/es real pero ¿a qué se podía deber todo esto? Incuestionable y indudablemente consulté de primera mano a mi madre, conocedora como muy pocos de aquel lugar pese a llevar años viviendo en Sevilla (capital), la respuesta me la dio ella:” Jose yo no se de quién sería esa voz ,lo único que si te puedo decir es que en ese lugar durante la guerra se hicieron barbaridares, se fusilaron muchas personas, se violaron a muchas mujeres e incluso en el colmo del salvajismo y la bajeza le cortaban los pechos y luego las mataban…Allí se hicieron barbaridades y no me extrañaría que las almas de aquella gente se queje ahora y se quiera hacer oir…” El relato he de confesar que me heló la sangre para luego sentir odio hacia los que actos así cometieron .Ratifiqué tal versión y efectivamente todo parecía coincidir. Es posible, sólo posible, que mi madre llevara razón y que desde alguna parte se quieran hacer oír aquella pobre gente.

No hizo falta micrófono ni condiciones especiales, sólo una micrograbadora con micro incorporado y el cassette funcionando hasta agotar esos 30 eternos minutos de vida… El resultado fue algo que en la realidad material humana jamás debería de volver a repetirse : una cainista guerra que tras años de su conclusión deja como resultado la psicofonía del recuerdo.