LAS PROFECÍAS DEL ECLIPSE

Por: Jose Manuel García Bautista

Pasó el 21 de agosto y buena parte de nuestro planeta asistió al espectáculo que supone contemplar un eclipse solar. Pero también había “milenaristas” que apostaban por un fin del mundo coincidiendo con tal evento, incluso los que apuestan por el inicio de un cambio en el mundo, por las profecías post-eclipse que se deben cumplir…

Se ha tildado el eclipse del pasado 21 de agosto como un “Gran Eclipse”, al estilo del de 1999 y con él han llegado las famosas “profecías del eclipse”, profecías para todos los gustos que vaticinan cambios y que van más allá y hablan, incluso, del fin de nuestro planeta.

Igualmente el movimiento “Apocalipsis Nibiru” vaticinaba el próximo fin del mundo por el choque del planeta X contra la Tierra, fue el numerólogo David Meade, quién dijo que el 21 de agosto de iniciaría el fin de la Humanidad pues, según sus cálculos, Nibiru ya estará en rumbo de colisión contra la Tierra y aparecerá en los cielos el 23 de septiembre siendo el Apocalipsis final. Así “el 21 de agosto cuando el eclipse comience, la salida del sol será oscura, justo como Isaías predijo, la luna será una luna negra. Esto ocurre cada 33 meses y en la Biblia el nombre divino de Elohim aparece 33 veces en el Génesis, el eclipse comenzara en Oregon, Estados Unidos que es el estado 33 y acabara en el grado 33 de Charleston, Carolina del Sur”.
El pastor Paul Begley indicaba sobre la “luna negra” del eclipse que “muchos cristianos fundamentalistas ven esto como una advertencia significativa del inminente apocalipsis, la segunda venida de Cristo y el rapto. Se podría cumplir una profecía registrada en el libro de Joel “, que dice:” El sol se volverá a la oscuridad antes del Día de la venida del Señor. “El libro del Antiguo Testamento de Isaías dice que las “estrellas en el cielo … no mostrarán su luz, el Sol se oscurecerá y la Luna no dará su luz”.

Susan Milbrath, del Museo de Historia Natural de Florida, indicaba al respecto: “Los Ch’orti ‘, indígenas mayas, creyeron que” un eclipse del sol que dura más de un día traerá el fin del mundo, y los espíritus de los muertos volverán a la vida y comerán a los que están sobre la tierra. Otros mayas, incluyendo el yucateco y el lacandón asocian los eclipses con destrucción total”.

El portal BeliefNet.com indicaba al respecto lo que sucederá tras el eclipse: “Gary Ray, que escribe para Unsealed, cree que el final está llegando. Pero el eclipse pendiente es otro signo astronómico de que el fin está cerca y que el Rapto se está acercando rápidamente. Le dijo al Washington Post que la imagen será creada en el cielo el 23 de septiembre. Explicó que Virgo representa a la mujer en Apocalipsis 12 que estará vestida con la luz del sol. Ella estará en posición sobre la luna y bajo las nueve estrellas y tres planetas. Ray dijo que la imagen será creada en el cielo en esa fecha”.

En Believe.net, en la misma línea, se argumentaba: “Según Apocalipsis 12, una mujer embarazada será cazada por un dragón satánico de siete cabezas deseoso de comer a su hijo por nacer. La mujer se vestirá con el “sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Ella dio a luz un hijo varón, que iba a gobernar todas las naciones con vara de hierro, y su hijo fue llevado a Dios y a su trono. La Escritura continúa explicando que a la mujer se le dieron dos alas de un gran águila, para que pudiera volar al desierto, a su lugar, donde se alimenta por un tiempo, tiempos, y medio tiempo de la cara de la serpiente”.

Más sencillo se expone en eclipse2017.org: “¿Podría un eclipse posiblemente deletrear la fatalidad para siempre? En una palabra, no. No hay ningún peligro en absoluto a la Tierra por los rayos solares, los cataclismos cósmicos, las erupciones volcánicas o tectónicas, o cualquier otro fenómeno inducido por el eclipse que cualquier “autoridad” ungida escribe sobre un libro. Los eclipses han estado sucediendo en la tierra durante mucho tiempo, y todos estamos mágicamente todavía aquí. El mundo no terminó durante los eclipses totales de 2008, 2009, 2010, 2012, 2013, 2015 o 2016. Y simplemente no hay ninguna posibilidad de que el eclipse de 2017 sea diferente de cualquiera de sus predecesores”.

Michael Snyder, cristiano evangelista, señalaba que “el eclipse solar del 21 de agosto está ligado a otro eclipse solar total que ocurrirá casi siete años después, el 8 de abril de 2024. Según esta interpretación, ambos eclipses superpuestos trazarán una cruz sobre el país del norte. Puesta sobre un plano, esta “gran X” tiene su intersección en el centro de una falla sísmica en Nuevo Madrid”. ¿Quiere decir esto que estamos ante un peligro inminente para la zona? Tal vez sea trabajo de los sismólogos estudiar tan posibilidad aunque parece remota.

Patricia Kesselman, astróloga, explicaba sobre el evento: “efectivamente el eclipse del 2024 tiene una trayectoria de sombra que abarca todos los EEUU pero desde el otro lado, inversamente a cómo atraviesa este del 21 al territorio americano. El tema importante es el siguiente: mientras que el próximo eclipse (el del 21 de agosto) se produce en Leo conjunto a la estrella Regulus (afectará fundamentalmente a los gobernantes), el eclipse del 2024 se produce en Aries (grado de la exaltación del Sol), por lo tanto tiene consecuencias parecidas. Sabemos que afectará a los EEUU, más allá de que toque o no puntos sensibles en su carta, porque su sombra atraviesa el país, tanto en uno como en otro caso. Tradicionalmente la sombra del eclipse es nefasta”.

Yosef Berger, rabino de la tumba del Rey David en el Monte Sión, explicaba el significado del texto de la profecía de siglo Yalkut Moshe del rabino Moshe ben Yisrael Benyamin, en relación a Corea del Norte: “La profecía dice que cuando un eclipse solar se produce exactamente al comienzo del mes de Elul, los reyes del Este sufrirán grandes pérdidas”. La actual turbulencia entre los Estados Unidos y Corea del Norte, y el hecho de que el eclipse solar total se centrará en Norteamérica (Estados Unidos), sugiere que la profecía se refiere a Corea del Norte cuando dice los “reyes del Este”. Dios puso el sol, la luna y las estrellas en los cielos como señales para que toda la creación entienda su voluntad. Las naciones tienen que entender que existen bajo el cielo de Dios, y también tienen responsabilidades divinamente obligatorias. Deben observar las siete leyes de Noahide, que incluyen la prohibición contra el asesinato. Si ignoran este mandamiento, sufrirán. Habrá tormentas y los animales morirán. El líder despótico de Corea del Norte, Kim Jong-Un, y la pérdida que sufrirá si continúa insultando al presidente Donald Trump”.

Lazar Brody, rabino, citó el Talmud, afirmando que los eclipses solares son el resultado de la adoración de ídolos: “Es un grito desde arriba, diciendo: ”América, haz que actuemos juntos, vuelve al Todopoderoso y desecha toda tu legalización de lo que la Torá llama abominaciones”.

Judá Ben Samuel, rabino de Regensburg, Alemania, conocido bajo el nombre de Judá he-Hasid o Judá el Piadoso, predijo que el fin del mundo tendría su inicio en el año 2017. En 1217 vaticinó que el Imperio Turco Otomano resurgiría sobre Jerusalén durante un período de ocho jubileos (un Jubileo son 50 años, interpretación basada en Levítico 25:8-13). Judá Ben Samuel profetizó que en el noveno jubileo Jerusalén se convertiría en “tierra de nadie” entre 1917 y 1967, cuando la Ciudad Santa quedó bajo el dominio del mando británico por la Liga de las Naciones.

Para el décimo jubileo, en 2017 , dijo que Jerusalén volvería a estar bajo el dominio de los judíos y el reinado mesiánico comenzaría al final de este período y con él la cuenta atrás del fin del mundo.

Profecías del “fin del mundo”, unas más inminentes que otras y, seguramente, todas erróneas, sea como fuere será el tiempo el que dicte si están equivocadas o no.