LA LLAMADA TELEFÓNICA DESDE EL MÁS ALLÁ

Por: Jose Manuel García Bautista

El ser humano siempre ha sentido una inquietud por el momento de la muerte, saber si habrá algo más allá de la vida o si, por el contrario, todo se acaba con el final de nuestra existencia y nos sumimos en un sueño eterno del cual no volveremos a despertar.

Es una cuestión turbadora, preocupante, que llena de temor a quienes se lo plantean. Internamente creemos que debe haber algo más pero la realidad es que nadie ha vuelto de la muerte para decirnos lo que nos vamos a encontrar, al menos que sepamos de una forma que ampare la Ciencia más ortodoxa.

Pero sin embargo los investigadores del misterio, lo extraño, lo inexplicado, acumulan cientos de horas con grabaciones de testigos que dicen haber regresado de la muerte tras sufrir una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), de miles de registros de psicofonías, de las llamadas “voces de los muertos” que yo llamaría mejor “voces del misterio” porque aún no sabemos ni que son ni a quién pertenecen ni que es lo que quieren o que lo originan, ni tan siquiera podríamos englobarlas bajo la denominación de paranormal y si de inexplicadas.

Otros investigadores se afanan en las técnicas de transcomunicación instrumental o TCI, que hacen que puedan incluso registrar psicofonías o psicoimágenes en un televisor de personas ya fallecidas certificadamente, para ellos presuntamente desde “el otro lado”, mucho ven en ellos la prueba que el más allá existe.

En nuestra sociedad actual rara es la persona que no tiene un dispositivo de teléfono móvil, un smartphone o similar que sirva para todo y que lo que menos se use sea el teléfono, paradojas. Bien, es en estos dispositivos donde se han registrado en los últimos años un fenómeno igualmente inquietante: llamadas de personas fallecidas a sus familiares o amigos.
Esto que puede parecer ciencia ficción es una realidad, al principio muchos pseudo investigadores tomaron a broma dicha posibilidad, con el tiempo han sido muchas las personas, medios y revistas que han publicado sobre llamadas de voz o mensajes de texto de una persona fallecido y que, ciertamente, parecía su voz o su forma de escribir.

Así, el último caso, se registra en la ciudad de Sevilla, en pleno casco histórico. Un señor dedicado a las Artes, a la pintura, sufre el fallecimiento de su padre anciano a los 82 años. Se encontraba enfermo y el fatal desenlace estaba próximo hasta que se consumó.

Tras ser enterrado y llorado pasó el tiempo. A los casi cuatro meses, la noche del cumpleaños del finado su hijo no podía conciliar el sueño, estaba particularmente sensible pensando en que su padre no pudo ver su 83 cumpleaños.

Eran las dos de la mañana, estaba viendo la televisión, un canal de documentales cuando, de repente, sonó el teléfono. En la pantalla podía leerse: “Papa 605…”, lo sobrecogió y tras dejarlo sonar un par de ocasiones, pensando que alguien podría haber cogido el teléfono de su padre o estar gastándole una broma se decidió a contestar.

– ¿Quién es? , dijo con voz inquieta.
Sólo se escuchaba el mudo silencio… Pero una voz a lo lejos, muy a lo lejos le dijo:
-Hijo, soy yo, yo, papá.
Nuestro protagonista no lo podía creer y aquella voz prosiguió:
-No debes preocuparte por mí, estoy bien. Aquí está mamá, somos felices, este es un lugar maravilloso.

Y comenzó a hablarle de su infancia, de los buenos tiempos, de lo mucho que le había querido. Parecía como si todavía estuviera vivo y quisiera hacerle ver que estaba aún vivo.

La conversación duró doce interminables minutos de emociones, sentimientos y palabras.
Con toda la carga subjetiva que esta historia real tiene, ¿quién no ve una luz de esperanza al final de este camino que es la vida?

Tras concluir recordó que las pertenencias de su padre las tenía él en un mueble y corrió hacia su despacho. Sacó la caja y comprobó con horror como el móvil de su padre estaba allí, en su solitaria casa… La llamada era imposible y, sin embargo, él habló con su padre.