La leyenda de la Casa Rúa en Ronda

Ronda esconde un lugar del que dicen que habitan los fantasmas. Se trata de una casa abandonada que ha intrigado a los habitantes durante décadas y a los amantes de lo paranormal. La Casa Rúa, en ruinas y con una historia dramática, se ha convertido en el escenario de numerosos relatos de fenómenos paranormales. Hasta allí nos desplazamos para realizar una investigación paranormal realizada en este misterioso lugar y los escalofriantes sucesos que rodean a la Casa Rúa.

La historia de la Casa Rúa
La casa es obra del Maestro Rúa, experto en construcciones estivales y de ahí el nombre de la edificación. Inicialmente, el proyecto contemplaba la construcción de otras dos casas, aunque finalmente no se llevaron a cabo. En 1914, se completó la obra, y las fotografías realizadas por Miguel Martín han quedado como testimonio de su esplendor.

De la parte histórica Gloria Castillo (que no aboga por hechos inexplicables en su interior) cuenta como de los años 50, Fernando Antonio Urruti Serratosa recuerda como la propiedad había cambiado de propietarios y ahora pertenecía a Don José Hens, un médico de Córdoba de cuna austriaca, y su esposa Doña Apolonia Tienda (por eso a la casa se la llama «Villa Apolo»).

La familia Hens tenía varios hijos, todos con una buena aptitud para tocar instrumentos musicales y cantar. De hecho, en la casa había dos pianos, imágenes que quedaron grabadas en la memoria de muchos rondeños que visitaron el lugar.

Fernando comenzó a frecuentar la casa en los veranos después tras contraer matrimonio su prima con uno de los hijos de los Hens. Fue cuando se construyó la piscina y la pista de tenis de cemento. Además, la casa, a pesar de su apariencia de mansión, contaba con un sistema bastante rudimentario para abastecerse de agua.

Según el historiador Carlos Gozalbes Cravioto, la torre vigía fue construida por los franceses durante la ocupación de Ronda en la Guerra de la Independencia. Su función era controlar desde la distancia el paso por el Puente Nuevo. Por lo tanto, su valor histórico es muy interesante y debería ser preservado. Posteriormente, la torre se utilizó como torreta de electricidad (gracias a Faustino Peralta).

El mayor esplendor de la villa ocurrió a partir de los años 30-40. En la casa se celebraban bodas, comuniones (contaba con su propia capilla) y fiestas de sociedad de todo tipo. Cada año, un sacerdote francés pasaba el verano con la familia y oficiaba la misa en latín.

José Antonio Coronel vivió en la casa, nos la describió con detalle: «Tenía una piscina bastante moderna para la época y una pista de tenis de cemento. La capilla se encontraba en la parte baja de la casa, a la entrada del jardín, usando las escaleras nobles de la entrada principal. En el salón había unas cristaleras muy bonitas que, cuando quedaban iluminadas por el sol, eran una maravilla. En la planta baja, estaba la vivienda de servicio o de los guardas, que no comunicaba con la zona principal. En la azotea había un aljibe de piedra tallada que debía tener muchísimos años, y en la «azoteilla» se encontraba la campana de la capilla» escribe Gloria Castillo.

José Antonio indicó que nunca escuchó nada de fantasmas. Si la campana sonaba, era por su disposición y la fuerza del viento al igual que las puertas que cerraban de otra forma y dejaban pasar la corriente de aire, lo que hacía que al traspasar el piano se oyera el sonido de las cuerdas de forma casi imperceptible.

El último fue el arquitecto Don José María Sánchez Robles y Tarín, introdujo cambios en los años 80. Su proyecto era la construcción de un hotel de lujo y una zona de tipo residencial; fue ahí cuando comenzaron los litigios con el Ayuntamiento y/o la Junta de Andalucía.

La leyenda y el pasado trágico
Cuenta la leyenda de la Casa Rúa, que anteriormente estaba habitada por una familia adinerada bajo el apellido Rúa. Alberga una historia trágica que ha perdurado en el tiempo. Se dice que la familia contrató a cuidadores para sus hijos, pero un día, una de las niñas desapareció misteriosamente sin dejar rastro alguno.

Este suceso desconcertante fue solo el comienzo de una serie de sucesos que atormentarían a la familia Rúa y a la casa en sí.

Una noche fatídica
En una noche oscura y tormentosa, otra de las niñeras encargadas de los niños también desapareció sin dejar rastro. Alarmados por su ausencia, los padres de la familia se dirigieron a la torre de la casa, ubicada justo en el exterior, en busca de respuestas. Lo que encontraron allí fue aterrador: el cuerpo sin vida de la niña desaparecida, brutalmente descuartizada y sumergida en un gran barreño lleno de su propia sangre.

El horror y la angustia de los padres al ver a su hija en ese estado son descritos en las leyendas locales, que afirman que sus lamentos todavía pueden escucharse alrededor de la casa.

El fantasma vengativo
Desde aquel trágico incidente, la Casa Rúa ha sido considerada como un lugar encantado y maldito. Según la leyenda, el espíritu de la niña asesinada todavía deambula por la torre de la casa, buscando venganza contra aquellos que le arrebataron la vida.

Los vecinos aseguran haber escuchado llantos y lamentos provenientes de la propiedad, especialmente durante las noches más oscuras y silenciosas. Algunos han intentado adentrarse en la casa para descubrir la verdad detrás de estos fenómenos.

Investigación paranormal en la Casa Rúa
Ante los numerosos relatos de actividad paranormal, junto a un grupo de investigadores decidimos adentrarnos en la Casa Rúa para descubrir la verdad detrás de estos sucesos inquietantes. Equipados con cámaras, grabadoras de audio y otros dispositivos especializados entramos en el abandonado edificio.

Desde el momento en que cruzamos el umbral de la Casa Rúa, nos encontramos inmersos en un ambiente opresivo y cargado de energía. Las cámaras comenzaron a captar imágenes borrosas y figuras inquietantes en las habitaciones deterioradas. Los detectores de EMF (campo electromagnético) registraron fluctuaciones inexplicables, indicando la posible presencia de entidades sobrenaturales.

Durante su investigación, una parte de los miembros del equipo experimentaron fenómenos inexplicables. Relataron haber escuchado susurros y risas infantiles provenientes de habitaciones vacías, así como golpes y suspiros que parecían resonar desde las profundidades de la casa. Algunos afirmaron haber sentido una presencia fría y escalofriante que los seguía a medida que se adentraban en los pasillos oscuros.

La actividad paranormal no se limitaba solo a manifestaciones auditivas. Varios investigadores afirmaron haber sido testigos de objetos que se movían sin explicación aparente. Sillas que llevábamos y que se desplazaban solas, sonidos como de puertas que se cerraban de golpe y ventanas que se abrían misteriosamente, sin que allí haya puertas o ventanas y que eran solo algunos de los fenómenos acústicos presenciados durante la investigación. Estos sucesos desconcertantes aumentaron la sensación de que la Casa Rúa estaba verdaderamente embrujada.

Además de los testimonios y las evidencias recopiladas utilizamos técnicas de comunicación con el más allá, como sesiones de espiritismo y grabaciones de voz electrónicas. Durante estas sesiones, se realizaron preguntas dirigidas a posibles entidades presentes en la casa, y las respuestas fueron registradas en las grabadoras de audio. Aunque los resultados fueron inconclusos, algunos fragmentos de audio capturados parecían contener susurros y voces ininteligibles, lo que añadió un elemento aún más inquietante a la investigación.

La Casa Rúa en Ronda, con su historia dramática y su misterio es uno de esos lugares olvidados dentro de lo paranormal. Aunque la investigación llevada a cabo en este lugar encantado ha proporcionado evidencias intrigantes y testimonios estremecedores, el verdadero origen de los fenómenos que ocurren en la Casa Rúa sigue siendo un enigma sin resolver.

La trágica historia de la desaparición y muerte de la niña, así como los sucesos paranormales que se han informado en la casa abandonada, han dejado una huella impregnada en aquellas paredes. La Casa Rúa se ha convertido en un lugar de leyenda, donde el llanto de los padres y el espíritu vengativo de la niña parecen persistir en el tiempo.