LA ESTAFA DE LOS CURSOS DE PARAPSICOLOGÍA

Por: Jose Manuel García Bautista

Retrospectiva año 2000

Quizás sea el peor día para escribir este pequeño decálogo de las “buenas maneras” en el mundo de lo paranormal. Puede ser el fin de una trayectoria dedicada a los fenómenos extraños de más de dos década pero a veces hay que arriesgarse y poner sobre el tapete todo aquello que todos sabemos y que ninguno o casi ninguno nos atrevemos a decir públicamente. Quizás sea el peor día para escribir esto aunque a favor tengo que decir que ya llevábamos mucho tiempo con esta loca idea que nos rondaba la cabeza, y digo “loca”, por qué tiene aristas que conducen a la incomprensión.

Es nuestra visión de un mundillo donde muchos papeles se han perdido…Donde se está más preocupado de lo que hace el vecino que de la propia investigación. Hay muchas sociedades adscritas a entidades de Parapsicología pero con títulos reales en Parapsicología y aceptado por el Ministerio de Educación en España no hay ninguno en el mundo son tres universidades las que en el mundo que tienen un departamento o gabinete dedicado a ello pero en España sólo es la universidad de Granada y siento decir que absolutamente nadie en éste país expide un título válido para ejercer cómo parapsicólogo pese a los muchos que se anuncian cómo tal.

En España hay más “parapsicólogos” qué albañiles (con todos nuestros). En Sevilla, uno de los objetos de nuestro estudio no es difícil encontrar a determinados individuos, sin demasiados escrúpulos, que se esconden detrás de un fingido título de esta rama: “Francisco Conde –Parapsicólogo”. Metidos en profundidad descubrimos que Paco Conde se ha inventado la titulación… Pero su clientela parece no tener en cuenta ese detalle…, a veces una gran placa en el portal de una casa dice más que las palabras del que estudia estos temas… Paco Conde, Luisa Ponce, Carlos Rodríguez, Israel Santos… y una larguísima lista de especialistas y titulados en parapsicología que se dedican realmente a la videncia y que no han visto jamás el rigor de la investigación parapsicológica ni están documentados.

Nos encontramos con la segunda vertiente, aquellos que están dentro de una sociedad o entidad dedicada a la parapsicología y ciencias afines, tras grandes sociedades y grandes nombres no hay nada –al menos en Sevilla -, sólo imagen, palabras y hábiles encantadores de masas de verborrea fácil y una megalomanía que desborda previsiones. En los “papeles” publicitarios consta aquello de “parapsicólogo, profesor,…”, lástima que sólo sea una bella ilusión. Lo malo llega detrás, el vil engaño, el captar a inexpertos jóvenes o gente interesada en el estudio de estos temas que son maleados y agotados con largas y vacías charlas, relatos de una realidad inexistente de un mundo que solo lo vive el charlatán de turno y sus falsas vivencias… y que en la mayoría de las veces acaban viciando la capacidad del investigador o simplemente hartando al éste. La pena es que en la mayoría de los casos nunca ha habido una “denuncia” pública de esto y el tema acaba siendo olvidado por el investigador, quizás sintiéndose culpable de que en un futuro alguien acabe cayendo en el mismo error que él… Sociedades y entidades que no son más que un nombre, montañas de bonitas palabras tras las que se oculta el más ruin de los engaños. Esto sucede hoy, sucedió en el pasado y sucederá en el futuro…siempre habrá desaprensivos dispuestos a mercadear con el nombre de la Parapsicología y dispuestos a reclamar su pedazo de gloria a costa de estos temas que no harán más que sembrar un poco de más pobredumbre y confusión, pero sobre todo: más descrédito.

En la radio proliferan también aquellos que tras un “título” de parapsicología tratan de simplemente hacer su Agosto… simples cartomantes, tarotistas, lectores de pozos de café… y lo peor es que gozan de la popularidad y respeto de los oyentes. Algún que otro “parapsicólogo”, grupo, etc… que hábilmente ha sido presentado y hoy, gracias a su deslumbrante título teniendo espacio para hablar “acreditadamente” de estos temas con conocimientos tan escasos como erróneos.

Pero, ¿de dónde sacan esos inválidos títulos? Esa era una de las preguntas que ya ha obtenido algunas respuestas: en sociedades que otorgan el título de Parapsicología, a teóricos y reputados expertos que dicen ser parapsicólogos en otros países y con potestad de otorgar títulos que lo conceden sin demasiados miramientos, ¿qué valor tienen estos títulos? NINGUNO. Otros, simplemente, se inventan el título. Abundan los masters de Parapsicología y Paraciencias auspiciados por “renombradas desconocidas” Universidades que no están si quiera registradas en el Ministerio correspondiente como “Asociaciones” y nunca adscritas universidades homologadas o Facultades.

Fue precisamente un día leyendo una revista del sector y tras contabilizar con preocupación la publicidad de estos encantadores de masas decidí iniciar una costosa investigación sondear todas las asociaciones y sociedades o entidades que ofrecían masters, cursos y titulación en Parapsicología, y así comenzó esta experiencia que nos costaría tiempo, dinero y alguna que otra sorpresa…

Es curioso como después de escribir a todos los anunciantes en las revistas –del sector o incluso de otras sin relación- más punteras del tema iba obteniendo respuestas de lo más sorpresivo. Mientras que la mayoría admitían en sus cursos mostrándonos las bondades de sus estudios y las ventajas de ser titulado en la rama elegida –eso sí, sólo con su centro de estudios…- además de lo que nos iba a costar, otros no contestaron y muy pocos de ellos contestaron: “creemos que Vd., está lo suficientemente preparado en esta rama como para precisar de nuestro apoyo didáctico y nuestras enseñanzas”, indudablemente mi nombre les decía algo… Evidentemente me inscribí con mi auténtico nombre y apellidos y algunos está circunstancia no la pasó por alto.

El primer centro estudiado fue la Escuela de Ciencias Parapsicológicas de Sevilla donde ofrecían un curso en Parapsicología con posterior acreditación académica, si formalizabas la petición de diploma y registro. El curso fue una auténtica decepción –cosa que esperaba-, orientado más a la cartomancia y al esoterismo que a la auténtica parapsicología con todos sus campos de estudio. En un día no se puede dar todo ese Saber. Eso sí, era una buena vía para “aprender un poco” de tarot y runas, luego…, con tu diploma debajo del brazo –previo pago- montar tu consulta en casa donde en una placa debajo de tu nombre pusiera: Parapsicólogo. Precio total: 30 €.

No andaba a la saga, en este tipo de minicursillos, la Academia de Estudios Paranormales de Sevilla. Esta vez nos ofrecían otro mini-cursillo, de dos horas, con posterior charla de un “autentico” Parapsicólogo (Juan Álvarez) afiliado a las más prestigiosas entidades de estos temas. Al final de la charla se entregaba el pertinente tributo a la causa paranormal a cambio del reenvío vía postal del prestigioso diploma acreditativo que otorgaba la Academia y que era apto para Europa (NO España) y Estados Unidos. Precio total: 45,07 €.

Salimos de la ciudad hispalense y nos trasladamos a la ciudad Condal. Allí la Facultad Libre de Altos Estudios Paracientíficos (FLAEPA) o también denominada inicialmente como Escuela Superior de Ciencias Alternativas de Vanguardia ofrecía un curso becado para poder estudiar y, posteriormente, si se deseaba, ejercer tituladamente la profesión en parapsicología. El curso tenía una duración de un año al final del cual se realizaba un examen y te otorgaban el título, e incluso lo enviaban a casa por una módica cantidad. El curso venía a salir en unos 18 euros por entrega, es decir unos 260 euros más el posterior diploma montaba una cifra total de 282,47 € .Ese era el precio del preciado botín… El curso en si tenía un nivel básico donde se ofrecían nociones de parapsicología y muy anticuado. Las entregas las componía manuales y cintas de los cursos de Parapsicología del profesor D´arbó de hace ya tantos años. Entregas que prácticamente alternaban manuales fotocopiados de estas enseñanzas con la cintas de audio de antaño remasterizadas (de calidad media y dicción pausadísima) a cintas con la leyenda de la nueva entidad, ni más ni menos…Entre entregas obsequiaban con un péndulo -que no era más que una cuenta de vidrio de lámpara unida a un cordoncillo o cadenita dorada y un juego de cartas zéner…- Eso es todo. El examen, con este nivel, no podía ser mucho más allá de lo que entregaban y al final: el diploma previo pago más gastos de envío por paquete azul… Otro engaño –al menos así se siente uno- tras la parafernalia de una importante sociedad avalada por, en teoría, nombres con mucho lustre. Precio del curso: 282,5 €.

Al final el título estaba adscrito a la Open University of Advanced Sciences (EE.UU.), Asociación Nacional de Medicina Cuántica Neurociencias y Bioenergéticas (España) ,Centro Nacional de Especialidades Parapsicológicas (Venezuela), Asociación Mundial de Hipnosis y Neuroprogramación (México), Instituto Latino Americano de Parapsicología Paranormal (México) y el Instituto de Ciencias Parapsicológicas hispano-Americano de Florida en Estados Unidos contando entre su cuerpo de “asesores” con renombre dentro de nuestro país.

Lo que en ninguna de las entidades estudiadas vi la participación y homologación por parte de Universidades extranjeras como la de Utrech en Holanda, la de Roma en Italia, Edimburgo en Escocia, John F. Kennedy en Buenos Aires, Argentina, o la de Princeton en Estados Unidos… de estas ni rastro, pese a ser de las pocas que realmente gozan, o gozaban, de gabinetes de estudio y Parapsicología. El resto, por mucho que nos lo quieran poner con aires de seriedad sólo son nombres muy auditivos pero de escaso valor.

Hubo otros cursos en mi estudio pero con menos pretensiones de engañar la buena voluntad de las personas y si con más ánimos de informar y divulgar estos temas. Entre ellos del SEIP o de EDIT-99, de Getafe, que incluía entre sus argumentos de venta un CD-ROM interactivo con otro curso de introducción a la Parapsicología.

Otras opciones libres y gratuitas las encontramos en Internet con cursos de buen desarrollo, moderno y actual que no tratan más que de aportar datos de interés a estos temas al módico precio del coste de la conexión a la Red, o sea, nada adicional al bolsillo. Sólo hay que saber buscar en la Red para dar con ellos.

Una vez obtenida la titulación por estos diferentes medios –quién ha querido respaldar su “oficio” con algún papel- todo está dispuesto para instalar en casa una bonita consulta de ocultismo, esoterismo, tarot, videncia, zahorismo, etc… Hacer la pertinente campaña publicitaria –quién puede-, divulgar la noticia por el vecindario y a esperar que lleguen los clientes, la voz se correrá como un reguero de pólvora y en pocas semanas en la consulta habrá numerosos clientes. A una media de veinte personas diarias a 30 € el cliente hacen la bonita suma de 600 € diarios y al mes una suculenta cifra que hacen de esto una sutil forma de vida. Hagan cuentas…

Son estos mismos los que en cualquier emisora se permiten el lujo de aconsejar al oyente sobre su familia, su dinero, sus enfermedades o sus sentimientos, los mismos que con sus consejos pueden causar un daño irreparable… Escuchen con atención un día la radio y comprueben como el oyente abre su alma y abraza los consejos que les da el “vidente” de turno, sabiendo de antemano que muchos de ellos afirman ser parapsicólogos y esconderse tras una capa de hermetismo.

Asociaciones que no hacen nada pero que se distinguen por tener corresponsales en medio país, gabinetes de investigación parapsicológicas o ufológicas, muchos directivos y presidentes y luego te das cuentas que todo es un bonito escaparate. Asociaciones, entidades, grupos y sociedades con un objetivo que va más allá de la investigación o de la parapsicología… Un objetivo crematístico.

Atrás quedó mucho tiempo y mucho dinero dedicado a este estudio, mucho dinero mal invertido a posta para configurarnos una visión objetiva de lo que hay en estos temas –que ya sabía pero que había que constatar-. El objeto del estudio era consultar y estudiar la problemática, el vacío legal existente en torno a todos los que viven alrededor y en estos temas a expensas de una titulación -con poco valor o inexistentes- y de la vía de su proliferación, directa e indirecta, así como su auge.

En este informe se han abierto algunos caminos, sólo espero que sean otros muchos los que sigan y entre todos armemos ese organigrama maldito que daña diaria e irreparablemente a estos nuestros temas tras el escudo de palabras y falsas titulaciones y diplomaturas de una aspirante a disciplina científica llamada PARAPSICOLOGÍA.