INVESTIGANDO FENÓMENOS PARANORMALES EN ‘PERO MINGO EL BAJO’

Por: Jose Manuel García Bautista y Lorenzo Cabeza (GPS)

El misterio tiene mil y una sorpresas que deparar a todo aquel que lo busca y trata de investigarlo, de hallar respuesta para las muchas preguntas que se plantean y, sobre todo, saciar la curiosidad que nos lleva a preguntarnos la razón por la que en determinados lugares suceden fenómenos que no logramos entender y que son tildados de inexplicables.

De la mano del Grupo de Investigación GPS nos adentramos en uno de esos casos que genera mil y una historias, y leyendas, en torno a sucesos extraños en su interior -si bien es un caso que inicialmente informó de su presencia Fede ‘Tiki’ e investigaron primeramente y acudieron en diferentes ocasiones José David Flores y Selena Grimes, siendo las principales fuentes de información y documentación-. Estamos hablando del caso de la hacienda sevillana de Pero-Mingo El Bajo, una de las más antiguas de las que se tiene constancia en España y que, según la base del Patrimonio del Inmueble de Andalucía, posee asentamientos del alto y bajo imperio Romano y de la Edad Media, igualmente se ha constatado restos cerámicos en superficie muy diseminados y de carácter romanos y medievales.

Si seguimos documentándonos en torno a su Historia encontraremos que según la cronología esta datado entre el siglo I y III de nuestra Era y también hay indicios de haber tenido ocupación medieval. Fue construida por presos y esclavos de la época, cabe destacar que tiene varias vasijas semienterradas en una nave lateral, un molino en la zona izquierda del patio y una torre contrapeso que posteriormente sirvió de palomar. Podría datar de entre los siglos XV y XVI, en el año 1599 emparentando a Alfonso Milla con Cristóbal Lasso de la Vega hicieron un Mayorazgo en la que entre las fincas de su propiedad estaba Pero-Mingo El Bajo, de su molino se tenía constancia en 1603 y que su propietario era D. Jerónimo Barba.

Debido a los fenómenos que se narraban que sucedían en su interior se acude a realizar una investigación de campo junto a los miembros fundadores de la Asociación Osiris de Misterios en Sevilla, José David Flores y Selena Grimes. Así la primera toma de contacto se realiza con ellos poniéndose de manifiesto la documentación histórica realizada a resultas de informarse sobre la antigua hacienda.

Comenzada la investigación la compañera Carmen Bravo, de GPS, comienza una sesión de psicofonías, tanto abiertas como cerradas, es decir: dejando la grabadora funcionado sin preguntar o haciendo preguntas de forma expresa y esperar que capte las denominadas “voces del misterio”.

Los resultados fueron positivos y se consiguieron respuestas, o inclusiones psicofónicas, que decía palabras como “supongo que sí”, “venga” o “muerto”. Igualmente se realizaron pruebas con la Psb7 o Spirit-Box.

Durante nuestra estancia en Pero-Mingo El Bajo se pudieron escuchar pasos y hasta, como comenta Lorenzo Cabeza: “en una pregunta que hacemos, si podían dar un golpe nos llamó la atención obedeciendo a nuestra pregunta y dando un golpe en una de las paredes de la estancia donde estábamos”.

Unas semanas más tarde regresa el grupo GPS, en esta ocasión acompañados por el hijo de Lorenzo Cabeza –también llamado igual- y las sorpresas no se hicieron esperar: “desde el minuto uno nos sentimos vigilados, lo que nosotros los amantes del misterio cuando realizamos una investigación de campo llamamos un silencio incomodo, de esos que no se escuchan ni el canto de los pájaros; estábamos muy incómodos y en varias ocasiones tuvimos que suspender momentáneamente la investigación y secciones de Spirit-Box o psicofonías porque escuchábamos susurros y hablar gente a nuestro alrededor, cosa que nos llevaba a pensar de que alguien había entrado en el lugar”.

Los detectores de movimiento también comenzaron a detectar “algo” que no podía ver: “uno de los sensores de movimiento, dejado con el fin de que si alguien entraba saltara, avisándonos, saltó en tres ocasiones en la que otras tantas tuvimos que dejar de grabar y comprobar sin resultados que no había entrado ningún extraño y que seguíamos “solos”. Fue muy extraño”.
Al finalizar esa segunda visita salieron con la sensación no “no haber estados solos en la hacienda” e, incluso, teniendo sus propios conclusiones: “el grupo GPS ha llegado a la conclusión de que esta investigación ha sido una de las más interesantes, sin desprestigiar a ninguna anterior por supuesto, pero si por los datos históricos y por poder decir que hemos investigado en uno de los lugares con más historia de nuestro país que, por supuesto, esta investigación sigue abierta y que volveremos en varias ocasiones más, tanto en investigaciones diurnas como nocturnas y que os ofreceremos también los nuevos resultados”.

El misterio sigo vivo en el interior de la hacienda Pero-Mingo El Bajo y todos los secretos que aun esconde.