Son los tanatorios lugares de los que no se suele hablar en cuanto a fenómenos paranormales pero en los que se conocen hechos que, cuando menos, hay que calificarlos de extraños, de muy raros o de inexplicables..

Fenómenos inexplicables en el tanatorio de La Algaba

El testimonio que les quiero ofrecer me merece todas las garantías pues es una persona que tengo un grado importante de confianza. Su padre estaba enfermo y, tristemente, falleció recientemente.

El testigo me decía: «mi padre falleció el X de marzo, lo llevamos al crematorio el viernes, crematorio de La Algaba, un sitio al que se entra y que es una especie de semicírculo, con unas columnas muy grande y, justo detrás, está el cementerio”.

“Bueno, era de noche, estaba todo muy oscuro. Yo tenía en mente, estando en Galicia, en el pueblo de mi padre, mi padre me dijo que cuando se muriera quería estar en Galicia, en el nicho. Bueno, lo que hicimos es incinerarlo aquí y cuando fuéramos a Galicia llevamos allí la urna y lo dejamos allí« me decía el testigo al cual conozco desde hace bastante tiempo.

En el tanatorio, ya de noche -como el testigo indicaba- y «de pronto, se va la luz. Yo me salí fuera, a ver un poco que pasaba, la chica que estaba allí me dijo que era muy raro que eso ocurriera, que no había pasado nunca o, al menos, mientras ella ha trabajado allí. La extrañeza era grande, y la chica de la empresa apostilló. «aquí no se va nunca». Entré dentro, viene la luz y se va de nuevo. La cosa es que estoy allí esperando con mi madre y mi hermana, había una botella con agua y, de repente, la botella se cae, yo me dije «eso no es posible», la botella tiene agua y pesa y no se puede caer, es como si «algo» la hubiera tirado. La puse en la mesa y me levanté, me lié a saltar y tratar que con la vibración que yo provocaba se cayera, pero nada, aquello no lo movía de allí nadie. Entonces mi mujer, sorprendida, decía que no tenía explicación. Bueno, pues va la botella y se cae de nuevo. Yo miré a mi mujer y le dije: «a ver si es mi padre que me dijo que no quería que se le quemase y está protestando. Está avisándome o qué. Para mover esa botella hace falta mucho viento y aquí no hay nada, la cosa es que lo dejamos como algo extraño que nos pasó, no sé si alguien más ha tenido allí, o en otro tanatorio, experiencias así« concluía.

Otra experiencia extraña

Lo curioso es que otra familia, de Paqui, me decía -en otro momento-: «Estando en el tanatorio de La Algaba nos pasó una cosa muy curiosa. Era el entierro de mi madre y allí no quedaba ya nadie salvo la familia velándola que era ya de madrugada. Bueno, pues se cerró la puerta de la habitación y surgió como una brisa que venía a nosotros y un olor super penetrante de su colonia, de la que ella usaba. Mira, fue una sensación muy fuerte, como si todavía estuviera allí con nosotros» finalizó.

No es que el tanatorio de La Algaba -hago hincapié en ello- esté encantado, estas experiencias sólo ponen de manifiesto hechos extraños que ocurren en torno a personas que acaban de fallecer, como si aún estuvieran entre «los vivos» y quisieran llamar nuestra atención.