Aunque pueda ser tildada de leyenda urbana aún son muchas personas las que tienen encuentros imposibles con apariciones de carretera, hoy les quiero contar una de ellas.

Encuentro con la «chica de la curva» en la carretera de Isla Mayor a Dos Hermanas

Una noche de este verano es la protagonista del testimonio que una familia ha querido darme sobre una vivencia estremecedora. Se dirigían “de camino a casa ya, se nos había hecho tarde en casa de unos amigos, en su parcela, con la piscina y la barbacoa, tú sabes cómo vuela el tiempo en estas fechas. La carretera estaba desierta, salvo por un par de coches con los que nos cruzamos” decía Isabel Ruiz.

“De repente, a lo lejos, en una curva pronunciada de la carretera, notamos algo extraño. Era una figura pálida y etérea estaba parada en el borde de la carretera, justo en el lugar donde la curva se hacía más pronunciada”.

La familia se quedó perpleja. ¿Qué era esa figura? ¿Era un fantasma? ¿O tal vez una chica de la curva, como habían escuchado en alguna ocasión?

La chica de la curva era una especie de mito local que había sido transmitido a los largo del tiempo. “Según la leyenda, una joven había muerto en un accidente de coche en esa curva, y desde entonces su espíritu atormentaba a los conductores que pasaban por allí por la noche” decían José Francisco Jiménez, esposo de Isabel.

La familia se acercó lentamente a la posición que ocupaba aquella figura. A medida que se acercaban se dieron cuenta de que la figura no era un fantasma ni una “chica de la curva”, sino una mujer joven y asustada en la carretera.

“La mujer tenía un aspecto desaliñado y parecía haber estado en un accidente” recuerda Isabel.

La familia se detuvo a su lado y le preguntó si necesitaba ayuda “la vimos como te estoy viendo a ti ahora mismo, ni traslúcida ni nada. La mujer parecía confundida y aturdida, pero finalmente nos dijo que había tenido un accidente y que necesitaba llegar a un hospital lo antes posible”.

La familia se ofreció a llevarla al hospital más cercano, y la mujer aceptó agradecida. Se subió al asiento trasero del coche y la familia condujo rápidamente hacia el hospital.

En el camino la mujer les contó su historia: “había estado conduciendo por la misma carretera cuando un animal se cruzó y al intentar esquivarlo había perdido el control de su coche y había acabado en la cuneta. Nadie se detuviera a ayudarla”.

Al llegar al hospital la familia le vio bajarse, se ofrecieron a ayudarla pero negó la ayuda y bajó por su propio pie entrando en el hospital, “yo me sentí aliviada de haber podido ayudar a alguien”.

Mientras conducían de regreso a casa, la familia recordó la leyenda de la chica de la curva y se preguntó si alguna vez habría sido cierta. La historia parecía haber sido exagerada con el tiempo y tal vez incluso distorsionada, pero la experiencia que acababan de tener les hizo pensar que tal vez había un poco de verdad detrás de la leyenda.

Al llegar a casa no pudieron evitar pensar en la mujer que habían encontrado en la carretera. Se preguntaron cómo estaría y si se recuperaría pronto. También se preguntaron si alguien más se habría detenido a ayudarla si ellos no hubieran pasado por ahí.

Al día siguiente llamaron al hospital para ver como se encontraba y la sorpresa fue que no le daban ninguna información de ella. “Paco fue al hospital y es entendible que si no eres familiar no te digan nada, pero habló con un médico amigo suyo y le miró los ingresos y la sorpresa fue que nadie había ingresado por urgencias a esa hora ni sabían nada de una mujer en las circunstancias que le dijo. De regreso estuvo pasando por la carretera y tampoco había señales de ningún accidente. Ahí fue cuando tuvo consciencia que había recogido a un fantasma. A mí me lo contó en versión más “Light” pero el resultado final es el mismo…” concluía Isabel.

Mito y realidad, lo cierto es que siempre hay un componente de misterio en este tipo de historias y experiencias allá donde hay un testigo dispuesto a contar lo que le ocurrió.