EL FANTASMA DEL ESPEJO

Por: Jose Manuel García Bautista

¿A dónde puede llegar el compromiso de una persona tras su muerte? ¿Se puede cumplir una palabra dada más allá de la vida? Son algunas de las grandes preguntas que se hace el ser humano y que, sin embargo, la respuesta puede estar más cercana de lo que creemos.

Nuestro nuevo caso nos lleva a la ciudad de Sevilla, en un popular barrio de esta ciudad, donde se está produciendo uno de los fenómenos más desconcertantes de los últimos tiempos.

Cristina, una chica de 19 años, está siendo testigo de un fenómeno que inquietaría a cualquier persona. Hace unos meses, un amigo desde la infancia de ella, Luis, fallece debido a una penosa enfermedad. Este chico jamás quiso expresar sus sentimientos hacia ella, pues era sabedor de la relación que Cristina mantenía con otro chico, Antonio, un amigo común. Sin embargo, Luis, siempre le juró que la protegería para que nadie le hiciera daño. Incluso le dio su parecer sobre Antonio y de aquella relación, para él, dolorosa.

Pero nada haría pensar a este enamorado inconfeso que su vida iba a ser más corta de lo deseado. Un día al salir de casa y coger su bicicleta para ir a la Universidad a estudiar un coche se cruzó en su existencia para segarla. El impacto fue brutal y la muerte instantánea. El corazón de Luis dejó de latir pero sus emociones, y su alma, permanecería con su eterno amor.

Y al parecer Luis quiere cumplir ese juramento realizado a Cristina pues desde su fallecimiento, tanto ella como los miembros de su familia, comentan los diferentes fenómenos que suceden en su casa: descensos muy bruscos de temperatura, electrodomésticos que comienzan a funcionar sin que nadie aparentemente los ponga en marcha, golpes (llamados ‘raps’), incluso la mascota de la casa parece percibir algo, o alguien, cuando se pone en posición de alerta y mirando fijamente hacia alguna de las habitaciones sin que nadie se encuentre dentro de ella, se sienten vigilados y acompañados e incluso el timbre de la vivienda ha llegado a tocar solo.

Durante las pasadas navidades algo sucedió en el hogar de Cristina que le llevó a ponerse en contacto con los investigadores de este tipo de fenómenos. Mientras se duchaba, el vaho producido por el calor del agua empañó el espejo de baño. Lo sorprendente es que, de pronto, unas letras comenzaron a aparecer en dicho espejo, como si alguien invisible las estuviera escribiendo. El texto decía “Hola Cristina, estoy bien”.

Nuestra testigo y protagonista, presa del pánico, preguntó “¿Quién eres?” y la respuesta fue inmediata en el mismo espejo: “Luis”.

Los miembros del equipo de Voces del Misterio proceden al desarrollo de una intensa investigación, se le solicitó a Cristina que escribiera en el espejo un mensaje para el amigo fallecido. Cristina procedió a ello y escribió: “Hola Luis”. Al instante, ante los ojos de todos los allí presentes, en el espejo comenzó a aparecer unas letras “H O L A”.

La investigación continúa. En breve el equipo de investigación procederá a la colocación en la casa de sensores, cámaras de vídeo, cámaras de infrarrojos, grabadoras, y todo lo que pueda a captar lo imposible y ayudar a esta familia resolviendo este misterio.