CASAS ENCANTADAS EN LA CIUDAD DE LAS ONCE TORRES, EN ÉCIJA

Por: Jose Manuel García Bautista

La llaman “la sartén de España” por las altas temperaturas que alcanza en verano. De origen griego, Écija, guarda rincones que deleitan nuestros sentidos. Dista 80 kilómetros de Sevilla y está en plena campiña asentada en el valle del Genil, de su escudo destaca el Sol sobre campo azur, síntoma inequívoco que el reinado de estas tierras pertenece al insistente astro rey. Se la llama igualmente la “ciudad de las once torres” por ser ese número el preciso de campanarios que coronan la ciudad. Les proponemos a los que vayan a visitar es bello lugar, que hagan una ruta por los palacios, algunos de ellos considerados Monumento Nacional y por sus iglesias. Si se decantan por los Palacios, una buena idea es visitarlos en los fines de semana del mes de julio donde podrán escuchar Música en los Palacios.

También es interesante y muy divertido visitar “El Mercadillo Barroco”, que se celebra los días 25 y 26 de noviembre. Si son amantes de los tesoros, el que se encuentra en Écija es fundamental. Se trata de las tres estelas de guerreros, la “Placa de Écija” (una pieza singular de orfebrería tartésica hallada en el término municipal). Lo pueden encontrar en el Museo-Palacio de Benamejí. En sus casas también hallará el secreto oculto de un estigmatizado que cada Semana Santa rememora, de forma inexplicable, la pasión de Cristo en forma de llagas sangrantes.

Fenómenos inexplicables en la “Casa de Llago”

Pero en Écija es muy a destacar un lugar encantado, un lugar en el que habita el misterio… Se trata de la llamada “Casa de Llago”. Los investigadores Jesús Camacho y Fátima Barragán nos trasladaban sus pesquisas en un interesante informe: “Nos encontramos ante una de esas casas en las que mucha gente dice que ocurren cosas. Un lugar tan mágico y a la vez misterioso que contiene la esencia propia de aquellas casas de construcciones regionalista andaluza. Les hablamos de la casa encantada de la campiña sevillana. Les hablamos de los fantasmas de la casa de Llago.

En el término municipal de la Cañada del Rosal, un pueblecito vecino a Écija, se encuentra una de las casas donde más fenómenos poltergeist ocurren en su interior. Una casa pequeña, ya casi derruida por el paso del tiempo y que muchas personas han vividos hechos insólitos en su interior. Por ello y porque contactamos con un vecino e investigador de aquel lugar decidimos realizar nuestro particular viaje desde Sevilla hasta Écija una tarde del mes de diciembre de 2010. Recordamos perfectamente aquella tarde, hacía mucho frío, íbamos ataviados con unos polares, que por aquel entonces tenía el nombre de cada uno de nosotros y de nuestro equipo de investigación.

Salimos de Sevilla alrededor de las 18:00 horas por la autovía de Córdoba rumbo hasta el pueblo de La Cañada del Rosal. Aproximadamente una hora después llegamos al lugar, allí nos esperaba nuestro compañero Manuel Jesús, vecino de aquel pueblo y además una persona que había vivido hechos insólitos en el interior de aquella casa. Tras varios minutos entrevistándolo decidimos emprender nuestro particular camino hacia el misterio. Ya había caído la noche y nos encontrábamos con unos cinco grados de temperatura. Recuerdo el frío tan intenso que hacía en aquel lugar, como también recordamos el cielo completamente estrellado arriba de nuestras cabezas.

Cargados con todos los equipos para realizar una investigación de campo, salimos del pueblo para entrar en un viejo camino de campo. La imagen ya era aterradora… todo el camino estaba oscuro, a ambos lados de nuestro vehículo una gran hilera de olivos. Recordamos también aquel camino lleno de charcos de haber llovido. Tras rodar con nuestro vehículo por aquel largo camino, topamos con una casa de aspecto muy tétrico.

Nuestro entrevistado Manuel Jesús señaló a aquella casa diciéndonos: “Esta es la famosa casa donde pasan cosas extrañas… donde habita un fantasma…” Todos nos quedamos contemplando la casa como si hubiéramos visto algo extraño, pero lo cierto es que nos dio muy mala impresión. Dejamos el coche aparcado justo enfrente de la puerta de la casa. La primera sensación que todos coincidimos nada más llegar fue como la de estar observados por alguien, además, todos dijimos la misma frase nada más salir de nuestro coche… nos sentíamos observados por algún tipo de entidad que no alcanzábamos a ver. Entonces nos dispusimos a hacer una primera toma de contacto en aquel lugar. Manuel Jesús estuvo en todo momento explicándonos los fenómenos que allí le habían ocurrido, nos enseñó cada rincón de aquella casa, planta de arriba y planta de abajo. Tras pasar varios minutos viendo el lugar para conocerlo antes de comenzar con aquella investigación, decidimos entonces grabar con una cámara de video a nuestro ya amigo Manuel Jesús.

La historia que contaba aquel muchacho era terrible. Desde extrañas siluetas que había visto en el lugar, hasta fallos en los aparatos eléctricos y electrónicos e incluso el testimonio de casi una muerte como consecuencia de otro tipo de fenómeno que ocurrió allí en una grabación de un corto que Manuel Jesús hacía varios años estaba grabando.

Tras terminar esta entrevista decidimos ya adentrarnos entre las oscuras paredes de aquella casa. La primera parte de nuestra investigación de campo fue en la planta de abajo. Recordamos las tres habitaciones que en ella había y lo que Manuel Jesús nos contó que ocurría en una de las habitaciones. Primero nos pusimos en aquel pequeño salón principal de la casa. Recordamos haber visto unos grandes velones color negro ya desgastado como consecuencia del fuego e incluso en las vigas de madera de aquel techo vimos unos clavos completamente alineados y clavados uno tras otro. Aquella imagen nos estremeció a todos y vimos aquella casa con una mirada mucho más respetuosa si cabía. Si, algún tipo de brujería se había cocido en aquel lugar y era una cosa que nos dejaba muy intranquilos, puesto que aquella noche nos estábamos enfrentado a algún tipo de energía negativa, y quien sabía si pudiera ser maligna. Fue entonces cuando todo el equipo se puso intranquilo y decidimos abandonar la planta superior, eso sí, decidimos dejar colocada en el lugar una grabadora de sonidos para ver si lograba registrar algún tipo de voz o de psicofonía. Entonces, acto seguido, nos fuimos a aquella habitación donde más testigos nos contaron que pasaban cosas extrañas. Antes fuimos hasta el coche para recoger un sensor de movimiento para ponerlo en aquella habitación. Es entonces cuando vimos algo que nos dejó a todos con la boca abierta. Justo en la escalera de acceso a la segunda planta vimos una extraña esfera de luz. Una figura tridimensional, de color azulado y que parecía tener vida propia. Aquello podría medir más o menos lo que mide un puño cerrado. Nos dejó perplejos.

Tras varios minutos de debate, decidimos de nuevo entrar a aquella casa para seguir con aquella investigación de campo. Ahora tocaba el turno de aquella habitación, en la cual, pasaban la mayoría de los fenómenos. Antes decidimos subir para coger la grabadora que habíamos dejado en la segunda planta de aquel inmueble. Pero vaya la sorpresa que nos deparaba la noche, la grabadora que habíamos dejado conectada y completamente cargada, estaba apagada… desconectada del botón de inicio. Lo primero que pensamos fue que esa extraña luz que vimos subir para aquella planta había apagado aquella grabadora. Nos sobrecogimos todos y nos fuimos para aquella habitación donde ya nos esperaban nuestros compañeros. Fue entonces cuando le contamos lo sucedido con aquella grabadora.