En diferentes ocasiones testigos directos de lo imposible se han acercado a mi persona a informarme de hechos extraños que han tenido la oportunidad de vivir y como lugar donde suelen concentrarse muchos de ellos lo encontramos en el viejo conservatorio de Sevilla.

Fenómenos paranormales en el Conservatorio de Sevilla

Hace unas semanas un chica me decía: «¿Sabes lo que pasa en el conservatorio de Sevilla?, el de la calle Baños» y mi respuesta fue afirmativa: «Sé que han ocurrido sucesos extraños pero todo está muy silenciado».

Testimonios de lo imposible
A ello mi interlocutora comenzó una interesante conversación:

-La dirección no quiere que estas cosas se sepan, prefieren que destaque por otros temas más que por comentarios de fantasmas.

-Me parece, además, muy lógico pero… ¿Por qué me cuentas esto?

-Verás, es que a mí me pasó una cosa muy rara, estaba ensayando, yo todo X instrumento y estaba por la tarde perfeccionado. En un momento determinado, sobre las siete, la luz hizo un extraño, como si la encendieras y apagaras rápidamente, entonces miré a donde está el pulsador pero no había nadie, es más, es que estaba yo sola. La cosa es que seguí ensayando y de nuevo sucedió eso. En lo que menos pensé fue en nada raro y más en temas de un mal contacto o algo así.

-Es lo más lógico… ¿Y qué te lleva a pensar lo contrario?, me adelanté a preguntar sabiendo que el contármelo era por mi experiencia en estos temas.

-Porque cuando me levanté a ver el pulsador todo estaba normal pero mientras estaba delante escuché como algo o «alguien» tocaba mi instrumento y eso es imposible. Me sobresalté y la luz se apagó, le di al pulsador pero no se encendió y noté un frio tremendo, entonces tuve la sensación que en esa habitación había alguien más que no podía ver, pulsé varias veces la luz y, por fin, se encendió. Dejé la puerta abierta y me salí fuera, vino un compañero y me dijo: «¿Haciendo un descanso?», le dije que sí y me vio muy mala cara por lo que me volvió a decir: «¿Estás bien?» y le conté lo que me había pasado… No me tomó por loca, a él también le pasó algo…

-¿Qué le pasó?

-El toca mi mismo instrumento y una tarde estando allí se le cerró la puerta, él no le dio más importancia pero la puerta se cerró sola y se abrió sola de nuevo, entonces él comprendió que para hacer eso debe actuar sobre la puerta algo, una fuerza, eso lo puso muy nervioso y cuando recogía todo sintió una voz detrás que decía: «¿A dónde vas?» y dice que el frío se le metió en el cuerpo, salió como pudo de allí y desde entonces ensaya si hay alguien más.

-¿Y por qué no te dijo nada?

-Tenía miedo que lo tomara por loco o algo así. Pero esto es solo un par de ejemplos, tengo más amigas y amigos que le han pasado cosas en el conservatorio.

Historia del edificio
El edificio donde se enclava el conservatorio de Sevilla en calle Baños era un antiguo convento de Carmelitas, data del siglo XIV y, con posterioridad se reconvirtió a cuartel del Regimiento de Artillería y Caja de Reclutas, funciones que ocupó hasta el año 1978. El Ayuntamiento lo adquirió en 1980 y en 1983 se acometía, por parte de la Junta de Andalucía, una reforma y rehabilitación integral.

De nuevo nos paramos aquí pues durante las obras de rehabilitación del edificio tenemos un testimonio, el de Emilio, un albañil que me decía: «Lo que yo he vivido allí no se lo deseo a nadie, estaba rematando una de las habitaciones y ya, en días anteriores, escuché con claridad como un susurro, como voces hablando bajito. No le eché mucha cuenta porque es una calle que da a ruidos y tráfico pero rematando aquel día esa pared siento detrás de mí a alguien, pensé que era Paco, un compañero y, al darme la vuelta, me encontré a un monje que me miraba fijamente. Mira, la veía como te veo a ti, entonces pegué el respingo para atrás y dije: «¡Casi me mata hermano! ¿Qué hace aquí?» y lo sorprendente es que se fue por la puerta y no la vi más, entonces entró Paco y me dijo: «¿Con quién hablas?» y le dije que con el monje que había entrado y él me dijo: «¿Qué monje? Tú estás chalao, aquí no ha entrado nadie» y supe que aquello era un monje fantasma, estoy seguro» relataba con la piel de gallina.

-Por curiosidad Emilio, ¿cómo iba vestido aquel monje?

-Con un hábito marrón.

Precisamente los colores de la orden carmelita, la orden que ocupó el edificio en siglos pasados, ¿casualidad?

No es la primera vez que en un lugar donde ha habido religiosos o religiosas y que ha tenido un fin dedicado a la oración y la fe suceden este tipo de hechos, es como una huella, una carga psíquica que se queda allí registrada y, puede, que la obra llevada a cabo de remodelación, no fuera más que el «despertar» a este tipo de hechos, algo que se ha repetido en otros casos, incluso en nuestra ciudad.

El conservatorio abrió sus puertas en el 2012 aunque no se construyó el auditorio en la antigua iglesia, en su lugar se abrieron una cabinas de ensayo.

De su historia podemos leer: «El 26 de agosto de 1933, el Conservatorio de Sevilla fue declarado Centro Estatal gracias a la iniciativa de D. Eduardo Torres, D. Ernesto Halffter y a la ayuda del entonces ministro D. Diego Martínez Barrios. Su primer director, D. Ernesto Halffter (1933-1935), logró la estabilización, puesta en marcha y primeras plantillas de profesorado. D. Norberto Almandoz (1933-1964), dedicó sus esfuerzos a la búsqueda de una sede definitiva y a la consolidación del mismo. En 1964 toma el relevo D. Manuel Castillo, insigne compositor sevillano, quien continúa hasta 1978, año en que es nombrado D. Mariano Pérez. En 1985 es elegido como director D. Fernando Pérez Herrera. Bajo su dirección se produjo el cambio a la denominación actual del centro, Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla y el traslado a su actual sede en la calle Baños. En 2007 es elegido como director D. Luis Ignacio Marín y en 2013 D. Israel Sánchez».

Vivencias paranormales
La Guerra de la Independencia transformó el edificio en cuartel de las tropas napoleónicas, espolio y desastres, eso provocó que su estado estuviera cada vez peor. Aunque volvió a la comunidad tras la marcha de los franceses, la desamortización de 1835 lo convirtió el cuartel y los fenómenos comenzaron tras la rehabilitación del mismo.

Los conservatorios suelen ser edificios viejos, con mucha Historia y, a veces, esa Historia se convierte en un arma que ataca por igual a todo, es el caso de un profesor que, confidencialmente, en el transcurso de una ruta, me decía: «A mí hay tardes que prefiero dejarlo, prefiero coger mi cosas e irme porque allí pasan cosas muy raras. Una vez vi, delante mía, como se movía sola una silla, sin que nadie la moviera… O vas por un pasillo y te llaman y no hay nadie o ves una silueta en la escalera que te intimida mucho. A más gente le han pasado cosas allí aunque no suele salir nada, pero vamos, que es conocido».

La más inquietante le sucedió a una chica que estando en un pasillo vivió algo demoledor: “Estaba en el pasillo ordenando unas notas, era ya última hora y estaba deseando irme, estaba nerviosa, de repente bajó la temperatura y noté como se acercaba a mi alguien, entonces una voz profunda me dijo: “¿Qué haces?” y al mirar vi solo una especie de sombra, de forma oscura delante de mí que me aterró, no sé como atiné a cogerla mochila y la carpeta y salir de allí corriendo, te juro que allí no me quedo más sola”.

Sucesos paranormales, inexplicables en un lugar tan emblemático y con tanto arte como el Conservatorio de Sevilla en el que, también, parece haber presencias del “más allá”.