EL AMIGO IMAGINARIO Y LOS FENÓMENOS PARANORMALES

Por: Jose Manuel García Bautista

¿Alguna vez ha tenido su hijo o algo familia, de edad temprana, un “amigo invisible”? ¿Se ha preguntado qué sucedería si realmente ese “amigo” existiera pero perteneciera a otro plano de la vida? En muchas ocasiones los niños, los más pequeños, juegan con amigos invisibles, imaginarios, y con ellos se producen determinados fenómenos muy difíciles de explicar.
Nos desplazamos en esta ocasión a la zona de Pino Montano donde una familia iba a tener una experiencia inusual. Miguel Ángel Paredes, amigo y colaborador, se encontraba en un almuerzo cuando la hija pequeña de sus amigos comenzó a jugar y a hablar con alguien, con un amigo imaginario que, evidentemente, no estaba presente físicamente. Llamó su atención y la de todos pues hablaba y mantenía una conversación coherente para su corta edad.

Su madre, intrigada, le preguntó acerca de la persona con la que estaba hablando y le dijo que era un amigo. El investigador recuerda: “la cosa no quedó ahí, la madre me empezó a comentar que unas semanas atrás la niña se encontraba en casa de su hermana, le preguntaron que con quién hablaba y la niña le contestó que era un señor” y añade “lo más impresionante es que la pequeña señaló una foto de un hombre que tenía la hermana en el mueble de su salón y esa foto pertenecía a su padre fallecido y que la niña no conocía”.

Se pudo hablar con la niña, de forma casi que creyera que era un juego: “¿Con quien hablas?” y la niña respondió: “eres tonto, has espantado a mi amigo”. En el salón, paralelamente, sucedía algo inexplicable: el ordenador portátil se había encendido solo, nadie lo había tocado. Una vez en la pantalla de preliminar de W10 el ordenador introdujo la clave, de forma automática, como si unas manos invisibles estuvieran pulsando aquel teclado. “¡Sorprendente!”, exclamaba Miguel Ángel, apenas transcurrido unos segundos se apagó.

El siguiente momento llamativo llegó a la hora de almorzar: “nos disponíamos a almorzar y la niña de esta familia se dirigió a mí y me dijo “quítate de ese sitio que ahí se sienta mi amigo. La niña se sentó en la mesa y le dijo a la madre que faltaba el cubierto y el plato de su amigo y que se lo pusiera. La mujer me dijo que no pasaba nada pues no era la primera vez que se lo ponía para no escucharla y que comiera. Eso puede ser una “invitación” para seres del “más allá” y el problema sería aun mayor”. Al poco tiempo los juguetes, aun estando apagados, comenzaron a funcionar, a accionarse solos. Todos nos miramos y pensamos que algo muy raro estaba sucediendo.

Han pasado unas semanas y la familia se ha puesto en contacto con nosotros, la voz, temblorosa, decía: “me encontraba viendo la tele y sentí como alguien me tiraba del pantalón del pijama, pensé que era la niña que se había levantado pero comprobé que no había nadie y la niña estaba durmiendo en su cuarto”.

Simple sugestión, un hecho singular sacado de contexto, fenómeno inexplicable… Muchas podrían ser las explicaciones pero, ciertamente, nos deja de ser llamativo y muchas preguntas se agolpan: ¿Quién es el amigo de la niña? ¿Qué encendió los juguetes de su habitación? ¿Qué o quién le tiró del pantalón? ¿Qué le pasó al ordenador? ¿Fenómenos paranormales o simple casualidad?