EL ÚLTIMO DESAFÍO DE ALEJANDRO MAGNO

Por: Jose Manuel García Bautista
La leyenda de la tumba del legendario emperador-conquistador macedonio

Nacido en Pella en el año 356 a. C. la figura de Alejandro Magno nos es evocadora de grandes historias, leyendas y batallas. Alejandro Magno es sin duda el más grande de los guerreros de la antigüedad, el gran general macedonio ,Rey de babilonia e hijo de Filipo y Olimpia fue educado por el filósofo griego Aristóteles. Intervino en la batalla de Queronea (338 a.C.) y heredó el trono de Macedonia en el años 336 a.C. Cuando falleció el rey Filipo arrasó las ciudades griegas que se sublevaron del reinado macedonio de su padre, entre ellas figuraba la emblemática ciudad de Tebas. Alejandro fue nombrado General de los ejércitos en Corintio para luchar contra los persas y así vengar las guerras médicas ,colonizar Asia menor y liberar a las ciudades sometidas a los persas desde el 386 a. C. Así Alejandro fue forjando su sobrenombre de “El Grande” .En el año 334 a.C. derrotó a las tropas de Darío III junto al río Gránico ,lo que supuso la liberación de las ciudades costeras de Asia Menor y ,en un segundo momento ,las del interior ,mejor defendidas por los sátrapas. Tras recorrer Frigia, en el 333 a. C. destrozó en Issos al ejército persa ,que trataba de impedir su paso hacia Fenicia y Egipto .Un año después tomó Tiro e invadió Egipto, donde se hizo consagrar como hijo de Amón y fundó la mítica ciudad de Alejandría. Rechazó proposiciones de paz con Darío y planteó la posibilidad de un imperio mundial . En el año 331 a.C. masacró en la batalla de Gaugamela al ejército de Darío ,quién logró huir . La victoria le permitió ocupar Babilonia, Susa , donde estableció su gobierno ,Ecbatana y Persépolis ,incendiada como represalia .Tras el asesinato de Darío III ,en el año 330 a.C. , se consideró su sucesor .Realizó expediciones a Oriente para reafirmar su dominio por la fuerza o mediante alianzas como la de su matrimonio con la princesa de Bactriana ,Roxana . Finalmente , estableció el límite de sus dominios en el río Yaxartes, aunque la ambición de Alejandro Magno iba más allá… En el año 327 a.C. marchó hacia la India ,llegó al valle del Indo y venció junto al Hispasdes al rey Poro .Al llegar al río Hífasis se vio obligado a retroceder ante el cansancio de sus tropas .Regresó siguiendo el curso del Indo hasta Pattala y desde allí se dirigió a Persia. Llegó a Susa en el 324 a.C. ,donde atajó la corrupción surgida durante su ausencia y sofocó el desontento que producía entre los griegos la orientalización de su monarquía. Murío un año después de unas fiebres, sin haber establecido un mecanismo de sucesión .Comenzó una lucha de poder entre sus generales, quienes, poco después se repartieron su imperio.

La obra de Alejandro Magno fue profundamente bienhechora y civilizadora (pese a las múltiples batallas) ,ya que aseguró la penetración de la cultura helénica en Asia y África.

La historia de Alejandro Magno es subyugante y no estaba exenta de misterio, amante de profecias ,pitonisas y otras artes adivinadoras del futuro por todos es conocidos las multiples visitas que el emperador realizó a consultar al famoso Oráculo de Delfos al píe del Parnaso en Grecia.

Pero el misterio volvió a rodear la figura de Alejandro Magno a su muerte, producida en extrañas circunstancias, las pistas del lugar de su última morada se pierden convirtiendo ese lugar en una leyenda insondable. Vinculado a Grecia , a Egipto ,a Mesopotamia… todos quieren tener el honor de ser la patria de los restos de Alejandro Magno,pero ¿dónde se encuentran sus restos mortales?

La vida de Alejandro Magno es de por si envidiada por muchos modernos “héroes” que no se acercan ni de lejos a la repercusión de este hombre en su tiempo y en la actualidad, el Rey macedonio logró la inmortalidad a través de sus hazañas. Al fallecer ,posiblemente de fiebres tifoideas o de un colapso hepático en Agosto del año 323 a.C. muchos se disputaron el lugar de su inhumación. Tras dos largos años de disputas se preparó una deslumbrante carroza funeraria para trasladarlo a la ciudad griega de Ege (Macedonia) aunque muchos eran los que presionaban para trasladarlo a Babilonia. Entre tanto, el cuerpo de Alejandro se mantuvo conservado gracias que fue sumergido durante ese tiempo en miel. Alejandro Magno expresó en vida su expreso deseo de ser enterrado en Alejandría o en Siwa ,una ciudad egipcia situada al noroeste del país a corta distancia de la famosa ciudad -durante la IIª.Guerra Mundial- de El Alamein . Cuando todo estaba dispuesto para su traslado a Macedonia, Tolomeo, gobernador de Egipto y amigo íntimo de Alejandro atacó la comitiva y se apoderó del cadáver de su rey dispuesto a hacer cumplir su última voluntad y deseo sobre el lugar de su enterramiento. Tolomeo envió primero el cadáver a Menfis donde el rey fue enterrado según la constumbre macedonia (Pausanias) y posteriormente fue trasladado a la ciudad de Alejandría al sector real. Fue el geógrafo griego Estrabón quién visitó su tumba hacia los años 24 y 20 a.C. durante una estancia en Egipto. Estrabón la describió como un mausoleo en el interior de un recinto sagrado en el que también estaban los restos de los Tolomeos según decisión de Tolomeo IV. Tolomeo X cometió el primer “sacrilegio” al sustituir el sarcófago de oro por otro no menos valioso que según su traducción era de vidrio, aunque podríamos interpretarlo como de alabastro. Tal era la beneración y respeto que se sentía hacía la figura del emperador que también se inclinaron ante su tumba emperadores romanos como Augusto -que causó daños en la nariz al depositar una corona de flores-, Calígula -que sustituyó la coraza de Alejandro por la suya imperial pese lo que no le salvó de su merecido final… – y otros muchos emperadores. El último en visitar la alejandrina tumba fue el emperador romano Septimio Severo -otro gran estratega y gran militar que antes de ser emperador había conocido la dureza de la batalla debido a su grado de general- que en el siglo III d.C. selló la tumba para que nadie turbase más el descanso de Alejandro “El Grande”. Así pues parece evidente que el lugar del último descanso de Alejandro hemos de encontrarlo en tierras egipcias y más concretamente en la ciudad por él fundada.

La decisión de Septimio Severo sirvió para olvidar los restos del emperador, todo ello unido a la situación del país hizo que el lugar donde se ubicaba su tumba fuera totalmente desconocido hacia el siglo IV d.C. Se fabuló mucho sobre los supuestos tesoros que acompañaban al rey en su última morada y durante mucho tiempo se consideró un lugar en Alejandría llamado Kom ed Dick -una colina artificial en el centro de la ciudad- como el lugar de su tumba. Años después se localizó en la iglesia de San Anastasio un sarcófago de piedra verde con inscripciones. Cuando Napoleón -otro gran general y emperador- entró en Egipto en 1798 se apoderó de la pieza funeraria así como de otras extrañas y curiosas reliquias…pero eso ya es otra historia. Posteriormente los ingleses se adueñaron del sarcófago y fue trasladado al British Museum pero cuando Champollion encontró la piedra roseta y se descifró sus jeroglíficos se descubrió que pertenecía al faraón Amirteo de la XXVIII dinastía.

A principio del siglo XX, el arqueólogo francés Breccia encontró en el barrio latino de Alejandría un olvidado mausoleo en ruinas .Construido en grandes bloques de alabastro, de tal forma que se pensó que podría tratarse del Nemeseion ,sepulcro construido por César para custodiar la cabeza de Pompeyo, decapitado por el hermano de Cleopatra.

Fue en los años 30 el arqueólogo Achille Adriani que observó el importante hallazgo ante el que se encontraban, un sepulcro demasiado cuidado y trabajado como para ser sólo el custodio de la cabeza de Pompeyo. Era una gran cámara de alabastro por su cara interna pulido como espejos y bastos exteriormente. Era sin dudas un tumba siguiendo el estilo macedonia y que por su riqueza debía albergar un personaje de excepcional interés. Además de todo ello el monumento funerario daba la impresión de haber estado cubierto de arena y tierra en épocas pasadas verificando el estructus mons o colina artificial donde el poeta Lucano decía que estaban enterrado los restos de Alejandro Magno. Muy posiblemente estemos ante el fina de la leyenda de la tumba del gran estratega. Su suntuosidad ,el estilo ,las cámaras e incluso la que -posiblemente- contenga la momia del emperador nos hacen pensar en el final de esta bonita historia. A todo ello ayudan los testimonios de testigos que dicen haber visto al emperador como el conserje del consulado ruso Ambroise Schilizzi quién tras penetrar en los subterráneos de la mezquita de Nabi Daniel (San Atanasio) cerca de Kom ed-Dick dijo haber visto una jaula de vidrio (yalinos= vítreo o alabastrino) con los resto de un hombre con una corona de oro en su cabeza…o el griego Joannidis quién reveló haber encontrado la tumba de Alejandro a 12 metros de profundidad en aquella misma zona de Alejandría. Stelio Kamutsos realizó una intentona de excavación en la zona pero los resultado fueron infructusos, las pistas de la excavación las dio un libro donde se ubicaba de forma aproximada el lugar del enterramiento.

Hay voces discrepantes a toda esta singular historia en torno a los restos del rey macedonio,Helena Souvaltzi anunció haberla encontrado en el oasis de Siwa (Egipto). Alejandro recibió allí su investidura divina y expresó su deseo de ser enterrado allí pero las pruebas encontradas hacen descartar esta posibilidad.

En la actualidad el arqueólogo egipcio Zahi Awass continúa la excavación pese a los problemas gubernamentales y económicos que rodean a la excavación. El final de la historia y leyenda de la Tumba de Alejandro Magno, “El Grande” se halla cerca de su final, quizás aquellos que tratan de encontrar en ella un inmenso y fabuloso tesoro no se han dado cuenta aún que el verdadero tesoro es en sí el lugar donde reposan los restos del más grande de los militares de la antigüedad : ALEJANDRO MAGNO.