EL MISTERIO Y LA LEYENDA DE HÉRCULES EN ANDALUCÍA

Por: Jose Manuel García Bautista

Si nos detenemos a mirar con atención al escudo de Andalucía podremos ver en él un curioso personaje escoltado por dos leones, se trata de Hércules y su leyenda es tan universal como nuestra tierra.

Es un Hércules joven que aparece junto a dos leones y dos columnas que están tras él y que representan el Peñón de Gibraltar y el Monte Hacho, las «columnas» físicas situadas en el estrecho de Gibraltar, todo ello bajo un arco en el que se puede leer una leyenda: Andalucía por sí, para España y la Humanidad y Dominator Hercules Fundator, envuelto por la bandera andaluza.

Todo ello es una referencia directa al origen mitológico de Hércules en Andalucía, el héroe que viajó a Eriteia –en el entorno de Cádiz y San Fernando, una de sus islas– y en las que se desarrollaron sus andanzas increíbles. Por ello y para celebrar estas hazañas se levantaron las columnas de Hércules que separan el continente africano del europeo.

Los leones en el escudo representan la fuerza de los instintos animales unido a la juventud de Andalucía rindiendo honores a Hércules, Dominador y Fundador. Buena parte de los elementos fueron adoptados del escudo de la ciudad de Cádiz.

Su representación data de los acuerdos de la Asamblea de Ronda de 1918 reflejándose en el Estatuto de Autonomía de Andalucía (artículo 3.2): «2. Andalucía tiene escudo propio, aprobado por ley de su Parlamento, en el que figura la leyenda Andalucía por sí, para España y la Humanidad, teniendo en cuenta el acuerdo adoptado por la Asamblea de Ronda de 1918».

Para Blas Infante este escudo era parte de la tradición alejado de mitos: «Los regionalistas o nacionalistas andaluces nada vinimos a inventar. Nos hubimos de limitar simplemente a reconocer, en este orden, lo creado por nuestro pueblo en justificación de nuestra historia».

El verde y el blanco de la bandera tienen también su simbología: el verde como símbolo de la esperanza y la unión; el blanco como símbolo de paz y diálogo. Blas Infante argumentó que en la dinastía andalusí de los Omeyas el estandarte era verde, representando la convocatoria del pueblo. El blanco era símbolo del perdón entre los almohades, siendo tomado como la paz.

La leyenda

Las Columnas de Hércules, la zona del estrecho de Gibraltar, marcaban el fin del mundo, más allá se creía que había un abismo en el que se caía para morir, por eso el mundo conocido era todo lo que estaba en torno al Mediterráneo para aquellos navegantes fenicios. Originalmente Hércules se llamaba Melkart (su nombre en fenicio, helenizado sería Herakles y latinizado Hércules).

La tradición de Hércules en Andalucía viene de una vieja expedición desde Tiro al reino de Tartessos con el fin de comerciar con pieles de toro y en metales preciosos, existiendo ya la colonia de Gadir (Cádiz). Con el tiempo la persona que mandó aquella expedición se convirtió en una especie de semidios, en un héroe y se construyó un templo dedicado a Melkart con dos enormes columnas en la entrada, esas dos columnas se identificaron como el Peñón de Gibraltar y el Monte Hacho, que habría tenido relación directa con las aventuras de Hércules.

La tradición más legendaria nos dice que a Hércules se le encomendó la realización de doce pruebas, el décimo en la Península Ibérica con el fin de robar el ganado de Gerión, el temible gigante formado por tres cuerpos con sus cabezas que vivía en Eriteia (Cádiz).

El gigante no se encontraba solo, vivía con un perro llamado Ortro, así Hércules robaría el ganado saliendo Gerión en busca de Hércules con el que entabló dura batalla, nuestro héroe lanzó una flecha envenenada que atravesó los tres cuerpos del gigante y lo mató. Según la Estoria de España, escrita por el rey Alfonso X el Sabio, la cabeza del gigante se encontraría enterrada y perdida en la columna de Hércules en La Coruña dando paso al mitológico origen del faro construido por los romanos en el siglo I.

Hércules tan ligado a nuestra tierra que es parte de nuestra Historia, allá donde la leyenda se funde con la realidad.