HECHO REAL: “Doctor, me lo dijo la Ouija…”

Por Jose Manuel García Bautista

Invocaciones secretas en la vieja piscina.

Una sesión del mal llamado juego de la ouija en unas viejas instalaciones cercanas a la Universidad Laboral y una tragedia que evitó un oportuno, y abandonado, neumático de camión… Es el “poder” de la ouija.

Una sesión de ouija, un mensaje maldito y un suceso escalofriante, a veces la realidad supera a la ficción… Y sucedió en Sevilla: “Ingresada en la UCI tras arrojarse de un trampolín a una piscina vacía”, así decía la noticia publicada por un diario sevillano, pero nada hacía pensar que tras ello se escondía toda una historia escalofriante de misterio y mensajes de lo ignoto.

Todo comenzó con unas improvisadas sesiones de ouija, los protagonistas de aquellas sesiones tan particulares, tan sobrecogedoras y con un final tan dramático eran un grupo de chicos y chicas ante su primer contacto con lo extraño. Al principio era todo algo simpático: seres juguetones; un día se les manifestó vía ouija seres que decían ser sus amantes en vidas pasadas, incluso el mismo Satanás… Sea como fuere prosiguieron los mensajes vía ouija, con Satanás, desafiándolo, insultándolo… Una chica se mostraba especialmente dura y con palabras malsonantes…

Un día, mientras estaban en clase, la chica decide ausentarse de la misma y subir al trampolín más alto, a 15 metros, allí, en el cemento, pintaron una ouija… El tablero ouija les anunció, en sesiones anteriores, que iban a morir a todo tarde o temprano… La chica dijo: “si con mi sacrificio, mi muerte, puedo salvar a mis compañeros estoy dispuesta a aceptarlo, a entregarme en brazos de satanás, a suicidarme”, el tablero dice que no… El acompañante, el chico sale de la plataforma del trampolín y se queda la chica sola. La chica propone suicidarse en aquel mismo momento y el tablero dice “SI”…  La chica se coloca como la figura del ángel con los brazos en cruz y dice: “este es un momento como otro cualquiera para morir, ven a recoger mi alma Satanás”, y se arroja a una piscina vacía, llena de guijarros, de cascotes… El chico miraba sorprendido, asustado, aquella escena casi dantesca… La chica había saltado al vacío estrellándose contra el suelo de la piscina vacía, desde una altura de 15 metros…

Desde la distancia, jugando al frontón, un sanitario y su compañero ven a la chica haciendo la postura del ángel, salen corriendo hacía allá pero ya había saltado… Cuando llega le practica unos primeros auxilios, con politraumatismo, brazos y piernas rotas, dientes, su estado era muy malo… Afortunadamente el sanitario logra reanimarla mientras su compañero localiza un teléfono y avisa a una unidad médica que se persona en las instalaciones deportivas y trasladan a la chica a la ciudad sanitaria. No se había matado de puro milagro… ¿o tal vez no?

Días después sus amigas van a verla al hospital y se produce en todas ellas un cuadro de histeria colectiva, hasta tal punto que una de ellas trata de estrellarse contra un muro y otro intenta igualmente suicidarse, algo ocurrió… Otra chica comienza a cambiar la voz, a cambiarle el aspecto físico y es llevada a urgencia… Los médicos desconocían lo que ocurría con aquella joven… Los médicos estaban sorprendidos hasta que una de las jóvenes confiesa todo lo ocurrido…

La joven accidentada comienza a recibir visitas de personas extrañas, desconocidas, personas oscuras… Decían que quería exorcizar a aquella joven del mal que la aquejaba. Un viejo neumático le salvó la vida cuando amortiguó el golpe.