ALGO PASA EN LA UNIVERSIDAD… EN LA FACULTAD DE BELLAS ARTES

Por: Jose Manuel García Bautista

Retrospectiva año 2004

Cuando aún no se han apagado los ecos del reciente caso “Viandas” en pleno centro de Sevilla ,a no menos de quince metros de allí, nos encontramos un edificio cargado de historia donde en el último año se han desencadenado una serie de acontecimientos que evocan los recuerdos de los más rancios y recordados casos fantasmales de la historia paranormal de nuestro país.

En la C/Laraña se encuentra hoy la sede la Facultad de Bellas Artes perteneciente a la Universidad de Sevilla, enclavada junto a la Iglesia de El Valle y compartiendo el espacio que antaño ocupó la Compañía de Jesús en Sevilla. Lugar de sumo interés tanto histórico como artístico plagado de rincones nostálgicos para los habitantes de esta ciudad. Lugares como el famoso Panteón de Sevillanos Ilustres donde descansan los restos de Ponce de León , Gustavo Adolfo Bécquer, “Fernán Caballero” y otros sevillanos que se ganaron su descanso en tan ilustre lugar.

bellas artes

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Mª. del Carmen Abad Fernández pertenece al servicio de limpieza de la Facultad desde hace ocho años y durante gran parte de ellos ha trabajado de noche en la misma, ella nos relataba diferentes experiencias sucedidas ,entre ellas destaca de como en Bellas Artes entró un modelo llamado Santiago, tras estar durante bastante tiempo desarrollando esta actividad pasó a ser parte del personal de mantenimiento. Una noche, tras acabar su trabajo se marchó a casa muriendo en extrañas circunstancias aunque atribuibles a un ataque cardiaco. Aquella misma noche, en aquel preciso momento del óbito de Santiago las plantas y yedras que poblaban la Facultad aparecieron misteriosamente arrancadas, arrancadas todas nadie sabe por qué ni por quién… En aquel preciso momento, Carmen Abad y Ana Abad se disponían a guardar todo el material de limpieza…entonces, a las 3:45 h. de la mañana se comenzaron a oír extraños ruidos en la Universidad, según nos relataba Carmen era : “como si alguien estuviera emparedado y estuviera pidiendo que lo sacaran”, los ruidos eran secos y se oían por todo el sótano, “eran ruidos de ultratumba”, el marido de Ana Abad también trabaja en la Facultad y se encontraba en el tercer sótano pero él no escuchó nada…era un sonido selectivo que parecía llamar a estas dos amigas y compañeras desde el otro lado… Asustadas subieron a toda prisa a la planta baja de la Facultad y se encontraron con que los dispositivos eléctricos actuaban “independientemente”…las luces “se encendían y apagaban solas, como si alguien jugara con los interruptores pero los interruptores estaban junto a mi y allí no había absolutamente nada ni nadie…,fue escalofriante”. Buscaron al vigilante de seguridad y éste tomó a sorna lo que las asustadas limpiadoras y compañeras les relataba, él no había escuchado nada y creía que todo era una tomadura de pelo. Al día siguiente el vigilante estaba en la puerta esperando a las limpiadoras, eran las 22:00 h. y Juan L. G., pálido, les relataba: “desde que os fuisteis a las 4:00 h. los ruidos me estuvieron siguiendo por toda la Facultad… Ruidos, pasos , siseos…fue terrible, pasé muchísimo miedo… los ruidos se oían desde conserjería…fue terrible”.

En opinión de todo el personal de limpieza y seguridad de la Facultad allí hay “algo” aunque no sepan bien que es… Creen que allí mora desde hace cinco años el espectro de su compañero Santiago, en la facultad siempre han sucedido extraños hechos pero desde que murió Santiago esos mismos acontecimientos se han recrudecido e incrementado. Se da la curiosa circunstancia que este fallecido empleado disponía de un cuarto en la Facultad –actualmente almacén de limpieza- repleto de imágenes de vírgenes y santos muy desproporcionado incluso para un devoto, todo ello aderezado de innumerables velas que quemaban su cera…Tras morir Santiago ,a los pocos días y forzando la cerradura (ya que sólo él tenía esas llaves), lograron entrar en aquella habitación…el panorama fue desolador: todas las imágenes habían sido tiradas por los suelos y cometido todo tipo de improperios…habían profanado aquel “santuario” pero nadie había podido entrar allí ya que nadie tenía aquellas llaves… “algo” profanó el “santuario” de Santiago…

A partir de la muerte de este empleado se comenzaron a sentir pasos por los solitarios y sombríos pasillos de la Facultad, puertas que se abrían y cerraban sin que nadie lo provocara, picaportes de puertas que se mueven solos sin que nadie existiera al otro lado de las mismas… todo un sin fin de experiencias aterradoras que vivieron y viven los afectados por este incómodo visitante de tan emblemático lugar.

Los hechos se recrudecen y comienzan a aparecer y desaparecer objetos del personal, a sentirse seguidos y acosados e incluso a ser llamados por una voz de la nada, susurrante, por sus nombres, reclamando su atención… pero sin que nadie articulara palabra… ¿Qué o quién los llama? Todos creen reconocer en esa misteriosa voz que los llama a la voz de ultratumba de Santiago… llamando desde el otro lado de la vida…

Jefe de Seguridad y conserje revisaron concienzudamente las instalaciones y visitaron la carpintería por si alguna máquina no funcionaba bien y comenzaba a provocar los sonidos pero ninguna explicación fue satisfactoria y pudieron sentir en más de una ocasión los misteriosos sonidos de procedencia desconocida.

Macarena Abad Fernández atesora otra nueva experiencia ya que limpiando en la planta baja y en la primera planta ha podido sentir el “andar” invisible de unos zapatos “como de mujer” paseando por el claustro columnado de la Facultad y las salas de estudiantes, pisadas femeninas que parecen ascender de una de las zonas de mayor respeto y terror de todo el conjunto académico: el Panteón de Sevillanos Ilustres. No es la única experiencia de Macarena que en otras plantas ha podido ver ,en la soledad de la noche, unas extrañas sombras que entran y salen de las aulas y que provienen de la nada… Reclamados los vigilantes de seguridad han podido comprobar la soledad de las mismas y la desconocida procedencia de las sombras.

Luis F. P. siempre se tomaba los relatos de sus compañeros a broma, una broma extendida que creía tener la finalidad de tomarle le pelo, de asustarlo , hasta que una noche lo vieron en su catre descansar inquieto, se movía, gruñía…era un comportamiento anormal, cuando pudo incorporarse estaba pálido, todos sus compañeros acudieron a él para auxiliarlo y relató su experiencia instantes después de ocurrirle: “ estaba tratando de conciliar el sueño ,os estaba escuchando y no podía dormir, de repente una sombra se acercó a mi y me dijo “¿ahora no te ríes? ¿ahora no te ríes?” .No sabía de donde venía esa voz, la provocaba aquella sombra surgida de la nada, entonces traté de incorporarme, de alertaos ,pero la sombra extendió algo que me presionó la garganta y me dijo : “ríete ahora anda, ríete ahora”…y en cuanto que me ha soltado me he reincorporado…” Desde entonces Luis no ha vuelto a bromear al respecto y toma muy en serio las vivencias de sus compañeros que dan fe que este estaba despierto y que algo extraño le estaba sucediendo.

Manolo P. D. cierta noche bromeaba sobre las cenizas de uno de los famosos moradores del Panteón de Sevillanos Ilustres, todas las noches gastaba bromas y se reía de sus compañeros hasta que cierta madrugada vio algo por el claustro…no lo tomó en cuenta pero a continuación sintió pisadas de mujer y una mano sombría y translúcida lo tomó del hombro :” la estaba viendo perfectamente…me dejó helado pero al volverme allí no había nadie… fue tremendo, no volví a reírme más de la escritora”.

Mª. José R. trabajada en la Facultad, en limpieza y también tuvo unas extrañas experiencias, cuando visitaba las estancias inferiores –los sótanos- narraba a sus compañeras como había zonas por las que se sentía acompañada y le sorprendían tremendos descensos de temperaturas…lo más sorprendente le sucedió una noche en la que vio surgir de la nada una pelota o esfera rodar por el pasillo y volver atrás… “ era como la pelota de un niño”, Mª. del Carmen Abad fue testigo directo de aquel suceso impactante. Pero ¿de donde surgió?

Manuel Molero Rodríguez estaba terminando de limpiar la pileta cuando sintió un ruido…una extraña presencia…siguió su trabajo pero de repente observó como la ventana se cerraba sola y el pomo giraba asegurando la ventana… “eso me dejo boquiabierto, desde entonces no voy solo a determinados lugares, aquella noche regresé pálido y con la tensión dando saltos”.

Ana Abad también ha sido testigo del abrir y cerrar de puertas de las aulas, al unísono… “me puse muy nerviosa y comencé a gritar…entonces acudieron todos mis compañeros y el personal de seguridad pero al revisar las puertas todas estaban cerradas bajo llave… absolutamente cerradas”. Otra noche “al acabar la jornada fui al servicio que tenemos las limpiadoras y sentí en el interior como un lamento, un lloro…era muy claro y evidente, se escuchaba de donde provenía el sonido, al entrar con una compañero vimos que no había nadie… fue algo impresionante”. No menos impresionante fue la experiencia vivida la semana pasada de Octubre cuando estando con Carmen Abad (son familia) en la primera planta y limpiando un ordenador sintió una voz de la nada que le decía: “¿te ayudo a levantarlo?” . Carmen creyó que eran imaginaciones suyas pero Ana le replicó :” ¿con quién hablas Carmen? ¿Quién te ha dicho “te ayudo a levantarlo”? “ Y mientras veían una extraña luminosidad en la estancia…

En el recinto estuvo trabajando un guardia de seguridad que venía el no menos encantado lugar del Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, hoy sede del Parlamento Andaluz, gaditano él había vivido otras experiencias duras en el citado edificio con el espectro de la famosa aparición de Sor Úrsula, se creía curado de espantos hasta que una noche vio algo salir del Panteón de Sevillanos Ilustres, algo que caminaba hacia él y que al llegar a su altura le sopló…la impresión fue tal que salió en busca de la compañía y protección de sus compañeros en las plantas sótanos.

Antonio, el conserje, es quizás la persona más escéptica de estos hechos pero reconoce las veracidad de los relatos de sus compañeros e incluso comenta abiertamente haber escuchado los extraños sonidos que han aterrado sus compañeros en las instalaciones.

En cierta ocasión dos vigilantes de seguridad se vieron asaltados por una luz que se les cruzó y les cegó: “sintieron unos pasos y seguidamente la luz les deslumbró. Ambos se quedaron petrificados y todos los creímos, doy fe de que su relato es verdadero por que uno de ellos es mi marido” relataba Carmen Abad a “Año/Cero”.

Nati González nos comentaba como una noche reciente mientras cenaba sintió tras de si una presencia…estaba sentada en las escaleras del pasillo de aulas y :”comenzaron a oírse como si por las taquillas alguien invisible pasara unas llaves o algo metálico invisible…lo más espeluznante fue cuando sentí las que estaban frente a mi sin que nadie hubiera allí excepto yo…”

El Sr. Millán, Decano de la Facultad de Bellas Artes perteneciente a la Universidad de Sevilla, no refrenda todos los testimonios de estos empleados a la vez que avala la solvencia y trabajo de todos ellos. Él también es partícipe de estas vivencias y experiencias de estos humildes trabajadores, que acudieron a él a contarle lo que día tras día les acontence en un lugar en el que sólo pretenden trabajar con tranquilidad y en paz.

Actualmente nadie se queda por la noche en la Facultad…nadie quiere trabajar de noche solo aunque se argumenten todo tipo de razones para enmascarar esta silenciada verdad.

Como declaración conjunta del personal de la Facultad de Bellas Artes valdría una frase que resumiría el espíritu que impera entre ellos: “ Creemos que igual que hay un Dios arriba aquí en la Universidad hay “algo” entre nosotros…”

¿Qué sucede u origina estos sucesos en la Facultad?

No son los únicos sucesos extraños que ocurren en la Facultad, así existe una pintada en el primer sótano que en perfecto graffiti rojo reza: “Nuestros sueños de hoy son vuestras pesadillas de mañana”. Esta curiosa y siniestra pintada es borrada pero inevitablemente surge con nuevos bríos a la mañana siguiente aunque no haya clases o no haya alumnos en la Facultad que puedan gastar esta broma…¿Pintada paranormal, mensaje de otro mundo o fechoría estudiantil? Para el personal es un hecho que les inquieta.

Otra circunstancia ,cuando menos, curiosa ,son las pisadas existentes en el techo del sótano de conserjería, sótano en el que se han oído extraño ruidos y en el que un día aparecieron una extrañas pisadas en el techo, pisadas que lejos de penetrar en el techo como si alguien hubiera andado invisible e invertidamente por él …salen del mismo, como si se aproximaran al ojeador…¿Cómo? ¿De qué forma? Más extraño aún es que aparezcan nuevas y desaparezcan como si realmente alguien las provocara…

La Facultad se asienta hoy en día en lo que antiguamente, en épocas pretéritas, fue el Palacio y sede de la Compañía de Jesús en Sevilla, incluso la misma calle se llamaba como “De la Compañía”. En él hubo enterramientos de hermanos fallecidos cuyas tumbas nadie acierta a ubicar en un edificio hoy remozado y desconocido de aquel de antaño que acogiera a los hermanos jesuitas. ¿Dónde están esos restos? Nadie los sabe ubicar con exactitud pero aún siguen allí esperando ,tal vez, ser reubicados por alguien. Aunque, tal vez ,jamás aparezcan igual que los restos de 19000 sevillanos que consumaron sus vidas entre las llamas inquisitoriales, merced a que el casco histórico de Sevilla fue escenario de los desmanes de una Inquisición que tenía uno de sus ámbitos de actuación en esta zona.

Parte de los acontecimientos de la Facultad de Bellas Artes parecen estar provocados por el antiguo trabajador fallecido, por Santiago, restos emocionales o sentimentales, hechos sin decir o sin hacer que le han hecho morar por el edificio ayudando o incordiando a sus amigos desde el otro lado…

Sin embargo aún queda por desvelar de quién es el fantasma que determinadas noches al mes decide salir de su lujosa tumba de mármol en el Panteón de Sevillanos Ilustres para pasear su lóbrega y translúcida figura por el claustro de la Facultad… Curiosamente los empleados de seguridad y limpieza le llaman “La Cesi” y no se refieren a otro que a “Fernán Caballero”, ilustre escritor que realmente enmascaraba tras su masculino nombre a Cecilia Böhl de Faber (1796-1877), autora costumbrista enterrada en suelo sevillano cuyo fantasma gusta , a decir de la leyenda y los testigos, salir a pasear por su tierra.

No serán las últimas sorpresas que nos deparará la Facultad de Bellas Artes de Sevilla cuyos acontecimientos paranormales siguen ocurriendo en estos momentos y cuyas experiencias siguen viviendo sus ya cansados trabajadores… Muertes extrañas, extraños ruidos, Inquisición, fantasmas con historia e historias anónimas en una zona de Sevilla de rancio sevillanismo y rancios fantasmas que se empeñan que hoy, en los albores del 2003, no los olvidemos y escuchamos su condolente mensaje postrero…