FENÓMENOS PARANORMALES EN LA ‘VENTA MALDITA’

Por: Jose Manuel García Bautista

En no pocas ocasiones, cuando circulamos con nuestro vehículo, podemos ver al borde de la carretera viejas ventas, viejos restaurantes de carretera que, antaño, rebosaban vida y hoy sólo son un recuerdo de aquella actividad que tuvieron. Lugares hoy con pocos clientes, dedicados a otros menesteres o, simplemente, abandonados para siempre y donde el tiempo ha hecho mella en cada rincón.

Ventas, antiguos lugares de reunión y familia donde pasar las tardes de los domingos o estar con la familia alejados de la ciudad y disfrutando de una buena gastronomía, parece ideal. No obstante, algunas de ellas, escondían terribles historias, historias de sufrimientos, historias personales que impregnaron esos lugares y que, hoy, de alguna forma, se están manifestando, están dejando escapar su quejido lastimero, un quejido de otros mundos y otras épocas, un recuerdo del pasado, un vestigio del más allá…

Así, de esta forma, el objeto de nuestra investigación es una antigua venta, de carretera, a pie casi de asfalto. Un lugar que también tuvo otras ocupaciones, un lugar tan secreto como extraño. Abandonado rápidamente, con restos aún de sus habitantes y aquellos que trabajaron en su interior.

Estos lugares pueden acarrear consigo lo que se llaman maldiciones, que pueden tener diferente índole pero que siempre, siempre, está relacionada con el lugar. Así una maldición –tal y como se recoge en modernas enciclopedias– sería: «Las maldiciones tienen un papel destacado en las creencias populares de muchos pueblos (supersticiones), así como en sus mitos y leyendas. Por ejemplo, en el folclore hispánico se cree que la sirena era una muchacha hermosa a la que le gustaba mucho bañarse. Un día su madre la maldijo por ello, diciendo que, ya que le gustaba tanto el agua, ojalá nunca saliera de ella –y así fue–. Según estas creencias, en ocasiones familias enteras son víctima de una maldición, cuyas consecuencias alcanzan a todos los descendientes de la persona maldita, como la proferida por Jacques de Molay. Así, en la mitología griega, todo el linaje de Atreo y Edipo es víctima del destino adverso de estos personajes. Con frecuencia se atribuye una capacidad especial para arrojar maldiciones a colectivos marginados, como los gitanos en España, cuyas maldiciones gitanas causaban pavor». Pero la definición se antoja corta dado que un lugar también puede quedar maldito en función de lo que ocurrió en su interior, de –según los parapsicólogos– la impregnación psíquica del mismo, o del sufrimiento y odio de las personas que la ocuparon.

Así, en la provincia de Sevilla encontramos uno de esos casos donde se manifiesta lo imposible, en un lugar donde, nuevamente, parece que lo inexplicable ha hecho su nido.

La ‘Venta Maldita’

Nuestra investigación comienza cuando nos desplazamos, junto con el grupo GPS de investigación formado por Lorenzo Cabeza y Carmen Bravo, hasta un pueblo de Sevilla, concretamente a uno de los que compone la denominada Ruta de la Plata. Allí acompañamos a los amigos investigadores de Sevilla Ghost, donde nos indican que han encontrado una vieja sala de fiestas abandonada, a pie de carretera, donde han sucedido una gran cantidad de accidentes de tráfico –siendo uno de los denominados puntos negros– y que, como consecuencia de ello, se han registrado varias muertes.

Aquella vieja edificación, antaño, fue un local dedicado a la restauración, una venta de carretera donde se suicidó el propietario. El hombre padecía una fuerte depresión que le lleva tomar una drástica decisión: terminar con su vida. Anudó una soga a una de las vigas del local, metió su cabeza por la misma, la anudó al cuello y se ahorcó.

Este suceso trágico será uno de los factores para que en aquel lugar se comiencen a suceder hechos extraños, hechos que son tildados de paranormales y que nosotros los etiquetamos como inexplicables, hechos tales ver sombras, escuchar ruidos o pasos, parafonías o sentirse acompañado incómodamente, todo eso según los testigos que han prestado sus testimonios en este lugar maldito.

Con toda esta documentación sobre los antecedentes de la denominada venta maldita nos desplazamos sin imaginar los resultados que íbamos a obtener… Los fenómenos paranormales son atemporales y en muy rara ocasión se manifiestan cuando el investigador acude por primera vez a un sitio, es la constancia y las visitas sucesivas las que hacen que se vaya acumulando un contenido de material extraño que, cuando menos, nos haga pensar que hay un componente paranormal en todo ello. No en todos los lugares abandonados nos suceden fenómenos paranormales y menos pensábamos que aquel lugar los fuese a tener… Nuestra visita era más motivada por la curiosidad que por la investigación.

En el interior del edificio

Caída la tarde comenzamos a recorrer cada uno de los pasillos y plantas del edificio para marcar los posibles peligros que podamos encontrarnos una vez anochecido. En primer lugar realizamos un barrido fotográfico donde pudimos apreciar que aún quedaban enseres de las trabajadoras de aquella sala de fiesta –por ser muy liviano en la definición que más bien encajaría en club de señoritas–, como zapatos de tacón, ropa e incluso fotografías de las propias trabajadoras

El recinto en el que nos encontramos tiene las marcas, en sus paredes y techos, de varios incendios destacando, no obstante, el buen estado en el que aún –por el momento– se encuentra.

Nuestro compañeros de GPS y Sevilla Ghost, en sus investigaciones, nos indican que esta sala tuvo su apertura el 31 de Octubre del 2012, permaneció muy poco tiempo abierta, pero la venta que anteriormente ocupaba aquel terreno hacia muchos años que fue derribada, hay personas del mismo pueblo que ni siquiera saben que años atrás existió la Venta Vicenta que así se llamaba, sólo los más ancianos la recuerdan.

Comienza la investigación

Al caer la noche comenzamos la investigación, el campamento base está instalado en una de las habitaciones de la venta y decidimos realizar varias pruebas como psicofonías, Tv-box o Spirit Box; pusimos el RemPod –una especie de detector de presencias, temperatura y campos electromagnéticos– en varias zonas, y controlábamos los cambios de temperaturas que sufrían aquellas habitaciones donde nos íbamos desplazando.

Uno de los lugares que más nos llamaban la atención de la vente era la sala de baile principal donde se realizaba polidance. Las investigadoras Estefanía Moreno y Carmen Bravo se sentaron en el escenario y comenzaron a realizar una serie de preguntas sobre el lugar en la sesión de psicofonías. En una de las cámaras que estaban grabando, repentinamente, sucede algo: «Aparece como si un brazo trasparente saliera del cuerpo de Carmen y fuese hacia la otra compañera, una sala donde nos comienza a demostrar que verdaderamente suceden los fenómenos que algunos habitantes del pueblo nos han contado», comenta Lorenzo Cabezas.

Carmen Bravo vuelve a preguntar: «¿Podéis dar un golpe para saber que estáis aquí con nosotros?». La respuesta no se hizo esperar y a los pocos segundos se escuchó un golpe en la planta de arriba. Siempre hay que buscar una respuesta coherente antes que recurrir a presuntos fantasmas y al ser un edificio con pájaros en su interior quisimos descartar ese golpe. Pero la compañera de GPS decidió volver hacer la pregunta pero diciéndoles: «Da el golpe en la planta donde estamos»… Lo curioso es que pudimos escuchar, todos, como un ruido extraño surgía sin estar, aparentemente, provocado por nada. Lorenzo lo describía como «un ruido similar a cuando afilamos un cuchillo», todos nos quedamos mirándonos sin saber bien qué habíamos escuchado, pero a la hora de analizar el audio de dicha cámara se aprecia acústicamente, de forma perfecta, el sonido.

En varias ocasiones nuestros compañeros tuvieron que subir a la planta superior ya que comenzamos a escuchar como si caminasen justo arriba de donde nos encontrábamos y cuando llegaban no había absolutamente nadie, la pregunta es: ¿Quién provocaba esos ruidos, esas pisadas?

Hablan los testigos

En la búsqueda de personas que recordaran, en mayor o menor medida, cosas, datos, de aquel lugar, nos dirigimos a un pueblo cercano –omitimos su nombre– y los habitantes del mismo nos comentaron que la venta hace mucho que cerró y que luego «se puso allí un club de copas con señoritas», cosa que no era del agrado de ellos. Manuel, uno se esos amables ciudadanos nos decía: «de eso hace muchos años, en la venta paraba mucha gente, pero mucha gente, pero entre la carretera y las obras pues el negocio no fue bien y tuvieron que cerrar, la crisis de aquellos años, en este país siempre ha habido crisis y poco dinero… La cosa es que la venta cerró y fue una pena, luego abrió allí un club de estos de lucecitas, de vida nocturna, tu sabes…».

Al preguntar sobre los propietarios el hombre comentaba: «uno de ellos acabó de mala forma, se dice que la cosa no le iba bien, me refiero a uno de los que tuvo, no de cuando Venta Vicenta, y parece que tiró por la calle del medio y se suicidó allí, se lo encontraron ahorcado, con los pies colgando».

En cuanto a fenómenos paranormales Enrique López y Javier García nos decían: «Bueno, el sitio es muy desconocido porque como está alejado de Sevilla pocos son los que vienen hasta aquí a investigar, nosotros si ya que vivimos cerca y nos gustan estos temas. Un día estuvimos cuatro del pueblo y cuando entramos iba todo bien, al ratillo de estar allí comenzamos a sentir pisadas en la parte de arriba pero allí no había nadie. Fuimos a la sala de las habitaciones y allí vimos una sombra que recorría el pasillo, pensamos que podíamos haber sido alguno de nosotros con las linternas pero el foco de luz no se correspondía, luego lo volvimos a ver y nada… También escuchamos una voz de mujer que decía: ‘¿Qué queréis?’… Yo dije: ‘Nada señora sólo estamos echando un vistazo’, fue cuando caímos en la cuenta que allí no podía haber nadie, fuimos hasta donde escuchamos la voz y encontramos unos zapatos, un vaso y fotos personales junto a una cama… Nos fuimos de allí, esa voz no era de este mundo».

Una chica del pueblo acudió al lugar junto a unos amigos, su sorpresa fue mayúscula: «Escuchamos el caso en Voces del Misterio, en vuestro programa de radio y fuimos allí, se lo mandamos también a Iker Jiménez pero no contestaron, tú sí. La cosa es que junto a unos amigos fuimos una noche a grabar psicofonías, nos quedamos en la sala principal y al cabo de la media hora o así escuchamos como en una habitación se movía algo, un amigo dijo que sería un bicho y fue a ver pero no encontró nada, fue cuando estábamos todos en la sala cuando surgió una especie de silueta de un pasillo y la temperatura bajó tanto que pensamos que allí se nos iba la vida… La silueta pasó delante nuestra y se perdió… Fue impactante».

Conclusiones

Una investigación no es cuestión de una noche, no es cuestión de curiosear en un sitio al que atribuyen cualidades inexplicables o estar encantado, una investigación es acudir en reiteradas ocasiones al punto objeto de la investigación, a cualquier hora y no siempre al abrigo de la noche que tanto sugestiona. Es hacer pruebas objetivas con material que registre audios y videos de lo que se pueda vivir allí, alejándonos de opciones subjetivas como hacer una ouija aunque también haya grupos que lo contemplen y es respetable. Es documentarse, buscar testigos, testimonios de lo imposible, exponer de forma aséptica todo lo que encontremos de un lugar y, por supuesto, no perder nunca la pista de un caso presuntamente paranormal pues este tipo de casos jamás de cierra.

Una vez terminadas todas las pruebas y analizando lo vivido estábamos convencidos que en esta vieja venta, en la sala de fiestas, hemos vivido hechos que resultan extraños, hemos registrado psicofonías en nuestras grabadoras –sujetas a estudio– y, curiosamente, todas relacionadas con el lugar donde estábamos entre ellas por ejemplo, mientras estábamos en la sala de baile, se puede escuchar un chasquido y una voz de hombre nos dice con un susurro: «Muévete», como si quisiera que lo acompañáramos alguna habitación.

Lorenzo Cabezas –a la sazón autor de las fotografías de este artículo– nos indica: «otra psicofonía curiosa, y relacionada con el lugar, es la voz de una mujer que nos dice: ‘Es que estoy cansá y estoy aquí detrás…’ o cuando pregunta Carmen: ‘¿Cuál es tu nombre?’ y una voz femenina nos dice: ‘Jazmín’ cuando todos sabemos que las trabajadoras de este lugar no utilizan su nombre verdadero sino una especia de alias», y tiene toda la razón en su observación.

Pero hay más psicofonías: «Una voz masculina dice ‘Juan’, que parece que coincide con el nombre del propietario de la antigua venta. Todos los resultados lo podréis ver en nuestro Canal Youtube Grupo GPS, Asociación Grupo Parapsicología Sevilla y en el programa que hicimos de Voces del Misterio en SFC Radio que está en Ivoox». Y es que los investigadores están seguros de que en este lugar hay algo más…

Algo más que las posteriores visitas de investigación al mismo determinaran en su interior habita, o no, lo extraño, lo imposible, la esencia misma del misterio.
Por: Jose Manuel García Bautista

En no pocas ocasiones, cuando circulamos con nuestro vehículo, podemos ver al borde de la carretera viejas ventas, viejos restaurantes de carretera que, antaño, rebosaban vida y hoy sólo son un recuerdo de aquella actividad que tuvieron. Lugares hoy con pocos clientes, dedicados a otros menesteres o, simplemente, abandonados para siempre y donde el tiempo ha hecho mella en cada rincón.

Ventas, antiguos lugares de reunión y familia donde pasar las tardes de los domingos o estar con la familia alejados de la ciudad y disfrutando de una buena gastronomía, parece ideal. No obstante, algunas de ellas, escondían terribles historias, historias de sufrimientos, historias personales que impregnaron esos lugares y que, hoy, de alguna forma, se están manifestando, están dejando escapar su quejido lastimero, un quejido de otros mundos y otras épocas, un recuerdo del pasado, un vestigio del más allá…

Así, de esta forma, el objeto de nuestra investigación es una antigua venta, de carretera, a pie casi de asfalto. Un lugar que también tuvo otras ocupaciones, un lugar tan secreto como extraño. Abandonado rápidamente, con restos aún de sus habitantes y aquellos que trabajaron en su interior.

Estos lugares pueden acarrear consigo lo que se llaman maldiciones, que pueden tener diferente índole pero que siempre, siempre, está relacionada con el lugar. Así una maldición –tal y como se recoge en modernas enciclopedias– sería: «Las maldiciones tienen un papel destacado en las creencias populares de muchos pueblos (supersticiones), así como en sus mitos y leyendas. Por ejemplo, en el folclore hispánico se cree que la sirena era una muchacha hermosa a la que le gustaba mucho bañarse. Un día su madre la maldijo por ello, diciendo que, ya que le gustaba tanto el agua, ojalá nunca saliera de ella –y así fue–. Según estas creencias, en ocasiones familias enteras son víctima de una maldición, cuyas consecuencias alcanzan a todos los descendientes de la persona maldita, como la proferida por Jacques de Molay. Así, en la mitología griega, todo el linaje de Atreo y Edipo es víctima del destino adverso de estos personajes. Con frecuencia se atribuye una capacidad especial para arrojar maldiciones a colectivos marginados, como los gitanos en España, cuyas maldiciones gitanas causaban pavor». Pero la definición se antoja corta dado que un lugar también puede quedar maldito en función de lo que ocurrió en su interior, de –según los parapsicólogos– la impregnación psíquica del mismo, o del sufrimiento y odio de las personas que la ocuparon.

Así, en la provincia de Sevilla encontramos uno de esos casos donde se manifiesta lo imposible, en un lugar donde, nuevamente, parece que lo inexplicable ha hecho su nido.

La ‘Venta Maldita’

Nuestra investigación comienza cuando nos desplazamos, junto con el grupo GPS de investigación formado por Lorenzo Cabeza y Carmen Bravo, hasta un pueblo de Sevilla, concretamente a uno de los que compone la denominada Ruta de la Plata. Allí acompañamos a los amigos investigadores de Sevilla Ghost, donde nos indican que han encontrado una vieja sala de fiestas abandonada, a pie de carretera, donde han sucedido una gran cantidad de accidentes de tráfico –siendo uno de los denominados puntos negros– y que, como consecuencia de ello, se han registrado varias muertes.

Aquella vieja edificación, antaño, fue un local dedicado a la restauración, una venta de carretera donde se suicidó el propietario. El hombre padecía una fuerte depresión que le lleva tomar una drástica decisión: terminar con su vida. Anudó una soga a una de las vigas del local, metió su cabeza por la misma, la anudó al cuello y se ahorcó.

Este suceso trágico será uno de los factores para que en aquel lugar se comiencen a suceder hechos extraños, hechos que son tildados de paranormales y que nosotros los etiquetamos como inexplicables, hechos tales ver sombras, escuchar ruidos o pasos, parafonías o sentirse acompañado incómodamente, todo eso según los testigos que han prestado sus testimonios en este lugar maldito.

Con toda esta documentación sobre los antecedentes de la denominada venta maldita nos desplazamos sin imaginar los resultados que íbamos a obtener… Los fenómenos paranormales son atemporales y en muy rara ocasión se manifiestan cuando el investigador acude por primera vez a un sitio, es la constancia y las visitas sucesivas las que hacen que se vaya acumulando un contenido de material extraño que, cuando menos, nos haga pensar que hay un componente paranormal en todo ello. No en todos los lugares abandonados nos suceden fenómenos paranormales y menos pensábamos que aquel lugar los fuese a tener… Nuestra visita era más motivada por la curiosidad que por la investigación.

En el interior del edificio

Caída la tarde comenzamos a recorrer cada uno de los pasillos y plantas del edificio para marcar los posibles peligros que podamos encontrarnos una vez anochecido. En primer lugar realizamos un barrido fotográfico donde pudimos apreciar que aún quedaban enseres de las trabajadoras de aquella sala de fiesta –por ser muy liviano en la definición que más bien encajaría en club de señoritas–, como zapatos de tacón, ropa e incluso fotografías de las propias trabajadoras

El recinto en el que nos encontramos tiene las marcas, en sus paredes y techos, de varios incendios destacando, no obstante, el buen estado en el que aún –por el momento– se encuentra.

Nuestro compañeros de GPS y Sevilla Ghost, en sus investigaciones, nos indican que esta sala tuvo su apertura el 31 de Octubre del 2012, permaneció muy poco tiempo abierta, pero la venta que anteriormente ocupaba aquel terreno hacia muchos años que fue derribada, hay personas del mismo pueblo que ni siquiera saben que años atrás existió la Venta Vicenta que así se llamaba, sólo los más ancianos la recuerdan.

Comienza la investigación

Al caer la noche comenzamos la investigación, el campamento base está instalado en una de las habitaciones de la venta y decidimos realizar varias pruebas como psicofonías, Tv-box o Spirit Box; pusimos el RemPod –una especie de detector de presencias, temperatura y campos electromagnéticos– en varias zonas, y controlábamos los cambios de temperaturas que sufrían aquellas habitaciones donde nos íbamos desplazando.

Uno de los lugares que más nos llamaban la atención de la vente era la sala de baile principal donde se realizaba polidance. Las investigadoras Estefanía Moreno y Carmen Bravo se sentaron en el escenario y comenzaron a realizar una serie de preguntas sobre el lugar en la sesión de psicofonías. En una de las cámaras que estaban grabando, repentinamente, sucede algo: «Aparece como si un brazo trasparente saliera del cuerpo de Carmen y fuese hacia la otra compañera, una sala donde nos comienza a demostrar que verdaderamente suceden los fenómenos que algunos habitantes del pueblo nos han contado», comenta Lorenzo Cabezas.

Carmen Bravo vuelve a preguntar: «¿Podéis dar un golpe para saber que estáis aquí con nosotros?». La respuesta no se hizo esperar y a los pocos segundos se escuchó un golpe en la planta de arriba. Siempre hay que buscar una respuesta coherente antes que recurrir a presuntos fantasmas y al ser un edificio con pájaros en su interior quisimos descartar ese golpe. Pero la compañera de GPS decidió volver hacer la pregunta pero diciéndoles: «Da el golpe en la planta donde estamos»… Lo curioso es que pudimos escuchar, todos, como un ruido extraño surgía sin estar, aparentemente, provocado por nada. Lorenzo lo describía como «un ruido similar a cuando afilamos un cuchillo», todos nos quedamos mirándonos sin saber bien qué habíamos escuchado, pero a la hora de analizar el audio de dicha cámara se aprecia acústicamente, de forma perfecta, el sonido.

En varias ocasiones nuestros compañeros tuvieron que subir a la planta superior ya que comenzamos a escuchar como si caminasen justo arriba de donde nos encontrábamos y cuando llegaban no había absolutamente nadie, la pregunta es: ¿Quién provocaba esos ruidos, esas pisadas?

Hablan los testigos

En la búsqueda de personas que recordaran, en mayor o menor medida, cosas, datos, de aquel lugar, nos dirigimos a un pueblo cercano –omitimos su nombre– y los habitantes del mismo nos comentaron que la venta hace mucho que cerró y que luego «se puso allí un club de copas con señoritas», cosa que no era del agrado de ellos. Manuel, uno se esos amables ciudadanos nos decía: «de eso hace muchos años, en la venta paraba mucha gente, pero mucha gente, pero entre la carretera y las obras pues el negocio no fue bien y tuvieron que cerrar, la crisis de aquellos años, en este país siempre ha habido crisis y poco dinero… La cosa es que la venta cerró y fue una pena, luego abrió allí un club de estos de lucecitas, de vida nocturna, tu sabes…».

Al preguntar sobre los propietarios el hombre comentaba: «uno de ellos acabó de mala forma, se dice que la cosa no le iba bien, me refiero a uno de los que tuvo, no de cuando Venta Vicenta, y parece que tiró por la calle del medio y se suicidó allí, se lo encontraron ahorcado, con los pies colgando».

En cuanto a fenómenos paranormales Enrique López y Javier García nos decían: «Bueno, el sitio es muy desconocido porque como está alejado de Sevilla pocos son los que vienen hasta aquí a investigar, nosotros si ya que vivimos cerca y nos gustan estos temas. Un día estuvimos cuatro del pueblo y cuando entramos iba todo bien, al ratillo de estar allí comenzamos a sentir pisadas en la parte de arriba pero allí no había nadie. Fuimos a la sala de las habitaciones y allí vimos una sombra que recorría el pasillo, pensamos que podíamos haber sido alguno de nosotros con las linternas pero el foco de luz no se correspondía, luego lo volvimos a ver y nada… También escuchamos una voz de mujer que decía: ‘¿Qué queréis?’… Yo dije: ‘Nada señora sólo estamos echando un vistazo’, fue cuando caímos en la cuenta que allí no podía haber nadie, fuimos hasta donde escuchamos la voz y encontramos unos zapatos, un vaso y fotos personales junto a una cama… Nos fuimos de allí, esa voz no era de este mundo».

Una chica del pueblo acudió al lugar junto a unos amigos, su sorpresa fue mayúscula: «Escuchamos el caso en Voces del Misterio, en vuestro programa de radio y fuimos allí, se lo mandamos también a Iker Jiménez pero no contestaron, tú sí. La cosa es que junto a unos amigos fuimos una noche a grabar psicofonías, nos quedamos en la sala principal y al cabo de la media hora o así escuchamos como en una habitación se movía algo, un amigo dijo que sería un bicho y fue a ver pero no encontró nada, fue cuando estábamos todos en la sala cuando surgió una especie de silueta de un pasillo y la temperatura bajó tanto que pensamos que allí se nos iba la vida… La silueta pasó delante nuestra y se perdió… Fue impactante».

Conclusiones

Una investigación no es cuestión de una noche, no es cuestión de curiosear en un sitio al que atribuyen cualidades inexplicables o estar encantado, una investigación es acudir en reiteradas ocasiones al punto objeto de la investigación, a cualquier hora y no siempre al abrigo de la noche que tanto sugestiona. Es hacer pruebas objetivas con material que registre audios y videos de lo que se pueda vivir allí, alejándonos de opciones subjetivas como hacer una ouija aunque también haya grupos que lo contemplen y es respetable. Es documentarse, buscar testigos, testimonios de lo imposible, exponer de forma aséptica todo lo que encontremos de un lugar y, por supuesto, no perder nunca la pista de un caso presuntamente paranormal pues este tipo de casos jamás de cierra.

Una vez terminadas todas las pruebas y analizando lo vivido estábamos convencidos que en esta vieja venta, en la sala de fiestas, hemos vivido hechos que resultan extraños, hemos registrado psicofonías en nuestras grabadoras –sujetas a estudio– y, curiosamente, todas relacionadas con el lugar donde estábamos entre ellas por ejemplo, mientras estábamos en la sala de baile, se puede escuchar un chasquido y una voz de hombre nos dice con un susurro: «Muévete», como si quisiera que lo acompañáramos alguna habitación.

Lorenzo Cabezas –a la sazón autor de las fotografías de este artículo– nos indica: «otra psicofonía curiosa, y relacionada con el lugar, es la voz de una mujer que nos dice: ‘Es que estoy cansá y estoy aquí detrás…’ o cuando pregunta Carmen: ‘¿Cuál es tu nombre?’ y una voz femenina nos dice: ‘Jazmín’ cuando todos sabemos que las trabajadoras de este lugar no utilizan su nombre verdadero sino una especia de alias», y tiene toda la razón en su observación.

Pero hay más psicofonías: «Una voz masculina dice ‘Juan’, que parece que coincide con el nombre del propietario de la antigua venta. Todos los resultados lo podréis ver en nuestro Canal Youtube Grupo GPS, Asociación Grupo Parapsicología Sevilla y en el programa que hicimos de Voces del Misterio en SFC Radio que está en Ivoox». Y es que los investigadores están seguros de que en este lugar hay algo más…

Algo más que las posteriores visitas de investigación al mismo determinaran en su interior habita, o no, lo extraño, lo imposible, la esencia misma del misterio.